La musicoterapia ha sido muy útil para que los jóvenes pacientes con cáncer saquen a relucir sus ansiedades y miedos y afronten mejor la enfermedad.
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La música te permite liberar tus emociones, sabe infundir fuerza y coraje y por lo tanto ser de gran ayuda incluso para quienes padecen enfermedades muy graves. Una nueva investigación ha demostrado, por ejemplo, cómo La musicoterapia puede ser un apoyo válido para pacientes jóvenes con cáncer.
Escribir letras de canciones y hacer videos es una forma muy efectiva de compartir sus ansiedades y miedos con los demás, sacar a la luz las emociones reprimidas y así ayudar a recobrar fuerzas y recuperar la confianza para luchar mejor contra la propia enfermedad. Para decir esto Joan Haase, investigadora de la Universidad de Indiana y Sheri Robb, musicoterapeuta, en un estudio (publicado en la revista científica Cancer) que examinó 113 pacientes jóvenes de entre 11 y 24 años.
Todos los participantes de la investigación habían recibido un trasplante de células madre para tratar el cáncer, pero solo unos pocos estaban incluidos en el "video musical terapeutico”, un programa de rehabilitación que le permitió participar activamente en la música al componer una canción completa con un video. Los otros niños, por otro lado, formaban parte del grupo de control a los que simplemente se les dieron audiolibros para escuchar.
Pues el resultado fue que los jóvenes que practicaban la musicoterapia se habían vuelto más valientes en la lucha contra la enfermedad y dentro de los cien días del trasplante, estaban mejor integrados en la sociedad que el grupo de control. La música había jugado un papel importante en todo esto, pero igual de importante había sido que los niños estuvieran rodeados de un ambiente familiar positivo y tener buenas relaciones con amigos, médicos y enfermeras, quienes también participan en el experimento terapéutico al son de la música.
Obviamente, la música por sí sola no puede ser suficiente para curar el cáncer, pero ciertamente puede ayudar a enfrentar mejor el curso de la enfermedad y tiene una importancia fundamental para mantener el estado de ánimo alto, un componente clave para la recuperación.
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