No guardes el aguacate así: es peligroso
El lavado a altas temperaturas se considera una forma segura de combatir las bacterias y por tanto encontrarse con paños perfectamente limpios e higienizados. Pero, ¿es realmente así? Una nueva investigación ha hecho un descubrimiento verdaderamente inesperado.
Un estudio de la Universidad de Furtwangen en Alemania ha llegado a conclusiones sorprendentes sobre el uso de lavadoras y el hábito establecido de lavar a altas temperaturas para combatir más eficazmente la suciedad y las bacterias.
Pues bien, la nueva investigación publicada en la revista “Microorganismos” ha constatado que son precisamente estos lavados los que favorecen un hábitat ideal (cálido y húmedo) para las bacterias para que puedan crecer y prosperar más fácilmente dentro del aparato.
El interior de una lavadora nunca está completamente limpio, al contrario, parece una auténtica guarida de bacterias. El equipo de investigadores de la Universidad de Furtwangen, en colaboración con la Universidad de Gießen y Henkel AG & Co. KGaA, llevó a cabo una investigación específica para estudiar la colonización bacteriana de las lavadoras domésticas.
A tal efecto fueron tomado de 13 lavadoras un total de 50 muestras. En particular, los investigadores fueron a analizar, utilizando métodos de biología molecular, el cajón del detergente, el sello de la puerta, el pozo y las fibras de la ropa.
Además, se entrevistó a los dueños de las lavadoras para recolectar información sobre sus hábitos de lavado.
En el estudio, los científicos querían examinar específicamente ciertos aspectos: qué bacterias hay en la lavadora, dónde exactamente proliferan mejor y qué factores influyen en su composición.
Los resultados mostraron que los sellos de las puertas son los lugares predilectos de la bacteria "Moraxella osloensis", responsable de los malos olores. Sin embargo, la mayor diversidad bacteriana se encontró en el cajón para detergentes.
Pero la verdadera sorpresa, incluso un poco paradójica, fue que, según los investigadores, cuanto más se lavan las personas con agua caliente, mayor es la presencia y diversidad de bacterias en la tina. Esto a pesar de que el lavado a altas temperaturas se recomienda precisamente como un remedio eficaz contra los gérmenes.
Para explicar esta aparente contradicción fue el coordinador del estudio, Prof. Dr. Markus Egert:
“El lavado a 60 ° y más sigue siendo la mejor solución para la higiene de la ropa. Sin embargo, la radiación de calor a otras partes de la máquina puede promover el crecimiento de gérmenes”.
Como concluyeron los propios investigadores, las posibles razones y la relevancia higiénica de este descubrimiento deberán evaluarse en futuros estudios.
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