Los electrodomésticos como los lavavajillas albergan una infinidad de microorganismos, peligrosos sí pero sobre todo para personas con un sistema inmunológico ya debilitado.
Lavavajillas receptáculo para bacterias. Entre diversos hongos y una diversidad bacteriana de no poca importancia, el electrodoméstico amado por todas las mujeres esconde varios escollos. En el lavavajillas, las altas temperaturas, las altas concentraciones de cloruro de sodio, la presencia de detergentes, la fuerza del agua y otros factores durante los ciclos de lavado definen la supervivencia microbiana en un sistema que se puede definir como extremo.
Esta es la conclusión a la que han llegado académicos de la Universidad de Ljubljana (Eslovenia), la Universidad de Copenhague (Dinamarca) y la Universidad de Gante (Bélgica), que han demostrado que los electrodomésticos como los lavavajillas albergan un sinfín de microorganismos, peligrosos sí pero especialmente para personas con un sistema inmunológico ya debilitado.
De hecho, la investigación pretende mostrar cómo las biopelículas, es decir, las “agregaciones complejas de microorganismos”, formadas en las juntas de goma de los lavavajillas son capaces de albergar diferentes microbiotas.
El estudio
Dirigidos por el microbiólogo Prem Krishnan Raghupathi, los investigadores examinaron los sellos de goma de 24 lavavajillas y descubrieron un microbioma bastante robusto en cada uno de ellos. La supervivencia y variedad de microorganismos estuvo ligada a varios factores como el pH, la alta temperatura, los detergentes, las altas concentraciones de cloruro de sodio (NaCl) y la fuerza del agua durante los ciclos de lavado.
Bueno, los investigadores han encontrado varias colonias de bacterias y hongos, incluso ocasionalmente patógenos, pero generalmente, según los estudiosos, con riesgos para la salud extremadamente bajos o nulos. Entre las bacterias se encontraron las de los géneros Pseudomonas, Escherichia y Acinetobacter, mientras que entre los hongos citan Candida, Cryptococcus y Rhodotorula. Especialmente las del género Candida, responsables de infecciones de piel y mucosas, se han encontrado en el 100% de los lavavajillas.
Los hongos, según los investigadores, ingresarían principalmente a través del agua del grifo, mientras que las bacterias podrían provenir de alimentos contaminados. Estos microorganismos prosperan y se propagan especialmente cuando el lavavajillas emite aire caliente y hay mucha humedad en su interior. Por eso, los científicos sugieren abrir el aparato solo al final del ciclo de lavado y cuando esté frío para evitar la dispersión.
Cómo limpiar el lavavajillas
Por lo demás, recuerda que incluso el lavavajillas debe cuidarse y limpiarse con asiduidad, si tan solo su constante mantenimiento nos permite alejarnos de eventuales reparaciones periódicas.
Recuerda limpiar el filtro y el interior diariamente: desmontar las piezas desmontables y enjuagar con agua corriente. Si están obstruidos, limpie los orificios de paso del agua con un palillo o un paño húmedo empapado en vinagre.
Al menos una vez al mes haz un lavar al vacío con un litro de vinagre de sidra de manzana, para desengrasar todo, incluido el desagüe y las tuberías, y limpiar las juntas con una esponja empapada en vinagre. Por último, para desengrasar más la vajilla, añade medio limón con cada lavado (¡quítale las pepitas!), que además le dará un buen aroma a limpio.
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Germana Carillo
