Después del nacimiento de su primer hijo, la duración del sueño y la satisfacción de las madres y los padres ya no vuelven a los niveles previos al embarazo durante al menos seis años después del parto. La confirmación de la ciencia.
No guardes el aguacate así: es peligrosoDespués del nacimiento de su primer hijo, la duración del sueño y la satisfacción de las madres y los padres ya no vuelven a los niveles previos al embarazo durante al menos seis años después del parto. La confirmación de la ciencia.
Después de la llegada de un bebé, ya no dormirás tan bien como antes. Al menos durante sus primeros 6 años de vida. Para confirmar lo que todos los nuevos padres experimentan en su piel después del nacimiento de un bebé, llega una nueva investigación que también ha calculado cuánto tiempo se verá afectado el sueño de papá y mamá por el nuevo miembro de la familia.
El nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Warwick en colaboración con el Instituto Alemán de Investigación Económica y la Universidad de West Virginia, de hecho, monitoreó el sueño de 4.659 padres que habían tenido un bebé entre 2008 y 2015 con entrevistas en las que informaban a científicos la cantidad y calidad de su "sueño".
De los datos recopilados surgió que en los primeros 3 meses después del nacimiento del primer hijo, las madres dormían en promedio 1 hora menos que antes del embarazo, mientras que la duración del sueño de los padres se reducía en unos 15 minutos. Como también señaló la Dra. Dakari Lemola, coordinadora de la investigación:
"Las mujeres tienden a experimentar más interrupciones del sueño que los hombres después del nacimiento de un bebé, lo que refleja cómo las madres siguen desempeñando con demasiada frecuencia el papel de cuidadoras principales que los padres".
Y hasta ahora, nada lamentablemente nuevo. Sin embargo, lo que reveló el análisis es que incluso después de que los niños tuvieran más de 4 años y al menos hasta los seis, la duración del sueño seguía siendo unos 20 minutos más corta en las madres en comparación con 15 en los padres. Además, los efectos del sueño fueron más pronunciados en los padres del primer hijo que en los que ya tenían otros hijos.
Sin embargo, contra todo pronóstico, no hubo diferencias significativas entre los efectos sobre el sueño en las madres que amamantaron exclusivamente frente a las que amamantaron mixtas o las que solo usaron leche formulada.
Una confirmación más, en definitiva, de que la llegada de un hijo cambia por completo la vida de los padres, en especial de las madres, aportando tanto, tanto amor, pero también quitándonos tiempo y calidad al sueño al menos hasta… primer grado.
También te recomendamos:
- Las mamás nunca duermen: trucos para sobrevivir a las noches de insomnio
- El trabajo de mamá (y papá) vale mucho más que 3000 euros al mes
Simona Falasca
