Técnica del tomate: cómo volverse más eficiente y organizado en 30 minutos

    La Técnica Pomodoro: simple, clara, al alcance de todos, favorece una mejor gestión del tiempo y eficiencia productiva.

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    El tiempo pasa, de hecho corre entre tus dedos y no puedes hacer todo lo que debes? No te preocupes: la solución está al alcance de todos. Solo un "tomate", más precisamente uno de esos que tienen la función de temporizador de cocina, y -agregando un poco de planificación- el juego está casi terminado. En pocas palabras, esto es lo que garantiza la Técnica Pomodoro: construida -a finales de los años ochenta- por Francisco Cirillo, te permite organizar y optimizar tu tiempo, haciéndolo más productivo.





    Hay tres puntos fuertes:

    • un forma diferente de ver el tiempo, ya no se centra en fluir (la consecuencia es una reducción de la ansiedad y un aumento de la eficacia personal);
    • un mejor uso de la mente, enfocado cada vez a una tarea-objetivo específico (lo que facilita el aprendizaje, la ejecución, la claridad);
    • 'Suso de una herramienta sencilla, incluso trivial para configurar como el cronómetro (que no requiere el uso de recursos cognitivos, atencionales, en definitiva, ningún esfuerzo adicional al relacionado con la actividad a realizar).

    El "tomate" es una unidad de medida del tiempo y vale 30 minutos: 25 de trabajo y 5 de descanso. Significa que realiza la actividad elegida durante 25 minutos, hasta que suena el temporizador. En ese momento, durante los próximos 5 minutos (que siempre terminarán gracias al sonido del cronómetro) se hará otra cosa: está prohibido incluso repensar lo que se ha hecho justo antes. Todo lo demás, en cambio, es especialmente válido si sirve para distraer, descansar la mente y por tanto permitir tanto una buena “digestión” de lo realizado como una preparación para el siguiente paso.

    Cada tomate de tormenta es indivisible y no modificable (no puedes extenderlo ni un par de minutos, aunque sea suficiente para terminar lo que estás haciendo). Cada cuatro tomates, se prevé un descanso más largo (15 o 30 minutos), siempre con las mismas características de total “desprendimiento”.

    Entonces: 25 minutos de trabajo, 5 minutos de descanso; 25 minutos de trabajo, descanso de 5; 25 minutos de trabajo, 5 minutos de descanso; 25 minutos de trabajo, un descanso que puede variar de 15 a 30 minutos. Luego comienza todo de nuevo, y así sucesivamente. No se deja nada al azar: ayuda a hacer las cosas que hay que hacer, sin dejarse influenciar por el estado de ánimo personal, por el hecho de que se tengan ganas o no.



    Obviamente necesitas un horario diario, que consiste en definir (negro sobre blanco sobre una mesa, según un orden de prioridad: en este caso podría ser los que ya usan el bullet journal tienen una ventaja) enumeran las actividades que quieren realizar, considerando el tomate-tiempo necesario. Cada unidad de tomate completada representa una etapa de avance hacia la meta a alcanzar. Si, por el contrario, el Pomodoro es interrumpido por alguien o algo, se considerará nulo, nunca cargado, y seguirá dando la carga a un nuevo tomate-punto: esta particular condición ayuda a potenciar el tiempo, a permanecer en el aquí y ahora, para quitar progresivamente tanto las distracciones que vienen de fuera (organizarse para no restar recursos y espacio a lo que se está haciendo) como las personales y producir más y mejor.

    Técnica del tomate: cómo volverse más eficiente y organizado en 30 minutos

    En resumen, estos son los pasos del Técnica de tomate:

      1. planificar acciones quiere hacer, por ejemplo en la mañana, identificando la cantidad de tomates necesarios para cada uno: informe todo en una tabla, en una hoja
      2. elige una actividad que quieres lograr y que requiere toda tu atención;
      3. configurar el temporizador Pomodoro para que suene a los 25 minutos; comprometido, por ese tiempo, a no hacer nada más que el trabajo planeado, cualquiera que sea;
    1. trabajar, estudiar, comprometerse con esa tarea-objetivo hasta que suene el tomate; si se te ocurre que necesitas algo más, añádelo en las tareas de la hoja de planificación;
    2. cuando suene el temporizador, coloque una marca de verificación en la unidad de tomate recién girada;
    3. tomar un descanso de 5 minutos; no pienses en lo que acabas de hacer.
    4. cada 4 Tomates, toma un descanso más largo (15 a 30 minutos). Luego reanudar.

    El Pomodoro funciona de inmediato, aumentando la concentración y la productividad en el trabajo y el estudio, pero gradualmente se vuelve más y más efectivo: ayuda a comprender y predecir correctamente Esfuerzo requerido y tiempo necesario realizar una actividad, reduciendo progresivamente el error entre tomates estimados y reales y ayudando a reflexionar e identificar estrategias para modificar, si es necesario, el propio enfoque.



    La técnica es muy sencilla, inmediatamente aplicable por cualquier persona; sin embargo, puede ser refinado y puntual siguiendo cursos certificados: incluso en línea, directamente con Francesco Cirillo.

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