De antigua zona industrial a paraíso de la biodiversidad, cuando la naturaleza reclama el territorio

    Cada cierto tiempo la naturaleza gana y se reapropia de territorios que antes eran de uso y consumo exclusivo (o casi) exclusivo del hombre. Esto es lo que sucedió en Ardeer, Escocia, donde una antigua zona industrial vuelve a ser un lugar particularmente amado por abejas solitarias, insectos y otros animales.



    Cada cierto tiempo la naturaleza gana y se reapropia de territorios que antes eran de uso y consumo exclusivo (o casi) exclusivo del hombre. Esto es lo que sucedió en Ardeer, Escocia, donde un antigua zona industrial vuelve a ser un lugar particularmente amado por abejas solitarias, insectos y otros animales. Un verdadero patrimonio de la biodiversidad!



    Una antigua fábrica de explosivos se encontraba en el campo de la península de Ardeer en el Ayrshire escocés. Hoy esta extensión abandonada ha vuelto a ser poblada pero no por humanos, sino por diversos animales salvajes, especialmente insectos que han encontrado aquí un hábitat perfecto para su supervivencia.

    Es un sitio en gran parte abandonado que se extiende sobre 1.700 hectáreas, formado principalmente por dunas de arena donde una vez estuvieron unas antiguas pequeñas fábricas para pruebas pirotécnicas. De estos ahora solo quedan las ruinas, cubiertas de vegetación y viejos letreros que indican el "peligro".

    Pues este lugar abandonado se ha convertido en un lugar precioso para la biodiversidad local. En los últimos años, naturalistas locales que han visitado la zona han logrado registrar más de 260 especies de escarabajos, así como un gran número de avispas y abejas solitarias, incluyendo las raras Colletes floralis.

    De antigua zona industrial a paraíso de la biodiversidad, cuando la naturaleza reclama el territorio 

    Typhaeus typhoeus, un cucaracha negra especial brillante con cuernos característicos que se alimenta de las heces de animales herbívoros. Es uno de los escarabajos más impresionantes y raros del páramo.

    La península de Ardeer es un activo natural de importancia nacional. Las dunas de arena se extienden por gran parte de la zona y el hecho de que ofrezcan un refugio casi perfecto del viento hace que creen una gran cantidad de nichos que a su vez albergan una notable variedad de insectos. Aquí es donde está el mayor patrimonio de abejas y avispas de toda Escocia. En estos lugares se han identificado más de 100 especies de estos insectos, incluidas algunas rarezas, como el mencionado Colletes floralis y el Andrena ruficrus.

    Otras dos especies notables de abejas del norte que se encuentran en la península de Ardeer son la diminuta Andrena coitana negra y la Megachile circumcincta, cada vez más grande. Algunas especies típicas del Sur también viven en estas áreas como la pequeña abeja cariblanca, Hylaeus brevicornis, Colletes fodiens y Epeolus cruciger.



    De antigua zona industrial a paraíso de la biodiversidad, cuando la naturaleza reclama el territorio

    Las condiciones climáticas y la generosa disponibilidad de flores silvestres aseguran que haya también muchas especies de mariposas y polillas. Obviamente, también hay varias aves, incluidos los arrendajos.



    Lea también:

    • ¿Cómo (y por qué) albergar abejas solitarias en su jardín?
    • Abejas, avispas, abejorros y compañía: ¿nuestra buena guía para reconocer insectos que pican?
    • Cómo atraer mariposas a nuestro jardín

    Añade un comentario de De antigua zona industrial a paraíso de la biodiversidad, cuando la naturaleza reclama el territorio
    ¡Comentario enviado con éxito! Lo revisaremos en las próximas horas.