En Australia, una pareja de pingüinos gays destacó por la particular amabilidad con la que cuidaron un huevo hasta el momento de su eclosión. Los cariñosos padres adoptivos lograron dar a luz y criar a la pequeña Sphengic, que ahora tiene 3 meses.
En Australia, una pareja de pingüinos gays destacó por la particular amabilidad con la que cuidaron un huevo hasta el momento de su eclosión. Los cariñosos padres adoptivos lograron dar a luz y criar a la pequeña Sphengic, que ahora tiene 3 meses.
Viene del acuario Sydney Sea Life (generalmente no nos gustan los zoológicos y acuarios pero a veces también pasa algo bueno) una historia de amor muy dulce que supera las razas y los prejuicios sexuales. Los protagonistas son Sphen y Magic, dos pingüinos machos a los que se les ha confiado un huevo abandonado por una pareja tradicional de pingüinos formada por un macho y una hembra. Esto no es demasiado raro, de hecho recordemos que la hembra de pingüino suele poner dos huevos pero generalmente solo uno sobrevive porque los padres concentran su cuidado exclusivamente en él.
Los dos padres adoptivos, por otro lado, fueron diligentes y cuidadosos para calentar adecuadamente el huevo y construyeron un nido más grande específicamente para él para que pudieran incubarlo cómodamente y durante el tiempo que fuera necesario.
Sin embargo, antes de probarlos en un huevo real, los dueños del acuario le habían dado a la pareja de machos un huevo falso para ver su reacción. Sphen y Magic, también en aquella ocasión, se mostraron como dos padres realmente cariñosos y por ello, en cuanto se presentaba una situación real, se les entregaba un huevo de verdad en acogida.
Cuando llegó el huevo, Sphen y Magic se turnaron en la cría durante 28 días hasta que finalmente eclosionó en octubre.
Pero llegamos a conocer mejor a los dos padres inusuales. Magic y Sphen tienen edades y personajes muy diferentes, pero entre ellos fue amor a primera vista. Magic tiene 3 años y nació en el acuario, es un pingüino muy juguetón, Sphen en cambio es más maduro, tiene 6 años, es más alto y más tranquilo que su compañero.
Desde que se conocieron comenzaron todo el ritual de cortejo hasta convertirse en una pareja de pleno derecho: primero se saludaban con una reverencia, luego se acercaban piedras para construir el nido y finalmente cantaban juntos.
Por lo general, este proceso es largo e involucra a varios pingüinos hasta que se encuentra el "alma gemela", en el caso de Magic y Sphen no fue así, ¡fue amor a primera vista!
Y en cuanto a la paternidad, los cuidadores del acuario los han llamado "los pingüinos más cariñosos de toda la colonia". De hecho, su instinto nunca les hizo mal: una vez que el huevo eclosionó, los dos pingüinos comenzaron a cantar antes de que naciera el bebé (pueden tardar algunos días) para comunicarse y mostrarle su presencia.
Al final fueron recompensados con el nacimiento de Shengic (nombre provisional que no es más que una crasis de los nombres de los dos papás), una hembra que pesó 91 gramos, se mantuvo caliente y alimentada y que hoy está aprendiendo a nadar.
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