Un equipo de investigadores detectó seis especímenes diferentes de ranas diminutas en una expedición a México, lo que proporcionó una nueva perspectiva sobre la taxonomía de los anfibios. Las seis ranas miden menos de una moneda de diez centavos y, de hecho, se encuentran entre las más pequeñas jamás conocidas.
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En los bosques de México, un equipo de investigadores, incluido el curador de la sección de anfibios y reptiles del Museo Británico de Historia Natural, ha hecho un descubrimiento sorprendente: recientemente se han identificado seis ranas hasta ahora desconocidas, elevando el número de especies mexicanas de Craugastor de 6 a 12. La investigación, con datos relacionados, fue publicada en la revista científica Monografías Herpetológicas.
Las ranas no solo son nuevas para la ciencia, sino también diminutas, midiendo menos de 18 milímetros, o casi tanto como una moneda de 1 centavo, entrando de pleno derecho en el ranking de las ranas más pequeñas del mundo, cuyo título ostenta actualmente Paedophryne amanuensis.
Este último fue hallado en Papua Nueva Guinea en 2012 y con sus 7,7 milímetros de largo desplazó al brasileño Brachycephalus didactylus que mide 8.6 milímetros.
Los seis nuevos Craugastor han sido descubiertos en un hábitat heterogéneo que va desde selvas tropicales hasta bosques de montaña, todos tienen diferentes tamaños y colores según el tipo de entorno en el que habitan, pero no se sabe qué tan grandes pueden llegar a ser.
Las seis nuevas especies han recibido nombres que recuerdan su ecosistema o la cultura azteca, como C. cueyatl, término que en realidad significaría rana.
Fue lindo honrar la rica y profunda historia humana del Valle de México, ya que los aztecas probablemente habrían tenido conocimiento de esta especie”
dijo el Dr. Streicher del Museo de Historia Natural.
Sin embargo, los seis anfibios fueron clasificada como especie en peligro de extinción, de vulnerable a alto estado de conservación.
Los científicos están preocupados por el cambio climático, que está acabando con una cantidad incalculable de especies animales y vegetales, pero también por enfermedades fúngicas como la quitridiomicosis, que ha provocado graves muertes de anfibios en todo el planeta, afectando su piel.
Al ser anfibios, si sus hábitats cambian debido a cambios en el uso del suelo o incluso a eventos naturales como deslizamientos de tierra, es posible que no puedan alejarse”
continúa uno de los autores de la investigación.
Fuente: Monografías Herpetológicas
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