[VIDEO] Machu Picchu reduce turistas, madre osa y su cachorro lo aprovechan (y no es la primera vez)

Aunque Machu Picchu está abierto al público, aunque con poca concurrencia, sigue recibiendo la maravillosa visita de los osos andinos.

Aunque ya no recibe la misma afluencia de turistas por las restricciones sanitarias, Machu Picchu está abierto al público, y sin embargo sigue recibiendo la maravillosa visita de los osos andinos.

Han pasado apenas cuatro meses desde la última vez que nos regocijamos con las tiernas imágenes de dos osos andinos paseando por Machu Picchu, y ahora nos llega un nuevo video de una madre osa de anteojos con su cachorro visitando la milenaria ciudad de los Incas. Sin duda una grata sorpresa para el personal y los pocos turistas que estuvieron en el lugar y que se llevarán un maravilloso recuerdo.

©Edwin Cobos Paucar

Según Edwin Cobos Paucar, guardaparque del área protegida que registró el encantador paseo entre las ruinas, no se trata de la misma madre y cachorro avistados en enero pasado, sino de una nueva pareja de osos andinos. Estaba iniciando su trabajo diario en el Santuario cuando a eso de las seis de la mañana en el sector de la Roca Sagrada, notó que algo se movía entre los arbustos, se acercó y vio a los dos osos que a pesar del encuentro continuaban su camine tranquilamente sin asustarse.

Iban caminando bajo el Intihuatana hacia la Plaza Sagrada o Templo Principal y luego siguieron caminando hacia el puente del Inca”, nos cuenta Cobos en una entrevista.

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©Edwin Cobos Paucar

También conocidos como osos de anteojos, esta es la única especie de oso en el mundo que habita en América del Sur. Este mamífero carnívoro mide, según el sexo -cuanto más grande el macho, más pequeña la hembra-, entre 130 y 190 centímetros de altura y pesa de media entre 80 y 125 kg. Debido a su vulnerabilidad, se tuvieron que implementar las medidas y acciones necesarias para asegurar la recuperación de la población de esta especie.

Machu Picchu forma parte del hábitat de los osos de anteojos, y en los últimos años se ha vuelto muy común verlos salir momentáneamente de la densa selva montañosa y deambular entre los restos de este fabuloso complejo arqueológico. Y le estamos muy agradecidos.

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