El artista español Silvestre Santiago, conocido como Pejac, elige el arte callejero para describir la realidad según su propia visión. Gracias a sus obras podemos acercarnos a los problemas políticos y sociales de Asia a través de su mirada.
El artista español Silvestre Santiago, conocido como Pejac, elige el arte de la calle describir la realidad según la propia visión. Gracias a sus obras podemos acercarnos a la problemática política y social deAsia a través de su mirada.
Pejac obtiene la mayor satisfacción relacionada con su trabajo de obras de arte callejero. Cuando trabaja en la calle uno de sus objetivos es llegar a la mayor cantidad de personas con su mensaje, no solo a aquellos que ya son sensibles al arte.
El artista recuerda que las calles son de todos, especialmente de los que las viven más intensamente. Pejac regresó recientemente a su primer viaje a asia y lo describe como una experiencia difícil, emocionante y enriquecedora.
Durante su exploración de Asia quiso intervenir de diferentes maneras con un arte que aborda la situación política y social actual de diferentes ciudades con temas que son tratados de manera atemporal y poética.
En opinión del artista, para asimilar la culturas orientales es fundamental tratar de entrar en contacto con las experiencias de la gente local. Así nacieron sus obras que hablan de Tokio, Seúl y Hong Kong.
A Tokio dedicó un ingenioso homenaje a mujeres japonesas que trabajan y cuidan la casa. “La gran ola de Kanagawa” de Hokusai se crea a partir del balde para lavar el piso.
Una vez más en Tokio, aquí aparecen por las calles de aletas de tiburón que sirven para criticar el genocidio de una especie en peligro de extinción. Los consumidores japoneses no son los únicos en el mundo pero son los mayores responsables de la caza de tiburones según el artista.
Pejac eligió entonces el Bonsai considerándolo un verdadero símbolo de la cultura japonesa y recordando una visión que recuerda a "Los viajes de Gulliver".
Por otra parte, una de las obras nacidas en Seúl representa la imagen de Cortina de Hierro, con una puerta que tal vez podría abrirse con facilidad pero aún permanece cerrada.
Y finalmente en Hong Kong aquí hay un trabajo que nace de la idea de falta de tiempo y espacio causado por el ritmo frenético de la ciudad. Aquí el pensador contemplar la metrópolis desde los rascacielos recordando a la gente que se detenga y piense.
marta albe
Fuente de la foto: pejac.es
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