A medida que los humanos buscan la iluminación en su camino hacia el nirvana, estos gatos han creído conveniente tomar siestas profundas en los brazos de las estatuas de Buda, donde han encontrado un lugar perfecto y acogedor para relajarse.
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Mientras los humanos buscan la iluminación en su camino hacia el nirvana, estos gatos han creído conveniente toma siestas profundas en los brazos de las estatuas de Buda, donde encontraron un lugar perfecto y acogedor para relajarse.
Pero, ¿lo hacen los felinos porque tienen una conexión "especial" con el budismo? Realmente no. De hecho, se observa que muchos gatos descansan y duermen incluso sobre estatuas de mármol de emperadores romanos o figuras mitológicas que no tienen relación con Buda o el budismo.
Parecería, por tanto, que las propias estatuas, independientemente de su "pertenencia", ejercen una cierta atracción por los gatos. ¿Podrían sentirse atraídos por las formas antropomórficas de las estatuas? Quizás. Ciertamente tienen algunas ventajas sobre el modelo 'orgánico' de carne y hueso, como el hecho de que nunca necesitan levantarse para ir al baño, lo que incomoda el sueño del felino real.
Mucho más concretamente, sin embargo, como explica Web Ecoist, es probable que el comportamiento se derive del hecho de que las grandes estatuas de piedra o metal se calientan durante el día y retienen el calor, mientras que otras superficies tienden a enfriarse. Y a los gatos, como sabemos, les encanta tomar el sol en lugares muy cálidos.
Roberto Ragni
Fuente y crédito de la foto
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