Las asombrosas esculturas cinéticas de Theo Jansen hechas con desechos

    Las asombrosas esculturas cinéticas de Theo Jansen hechas con desechos

    Las obras del artista Theo Jansen son verdaderas esculturas cinéticas capaces de moverse gracias a la energía del viento.

    Las obras del artista Theo Jansen son auténticas esculturas cinéticas capaces de moverse por sí solas gracias a la energía del viento. Criaturas milpiés con extraordinarias propiedades mecánicas, hechas principalmente de plástico y desechos reciclados, los Standbeests de Jansen han proliferado en las costas de todo el mundo desde 1990.





    Los límites entre el arte y la ingeniería solo están en nuestra mente. No se puede decir lo contrario, después de admirar las extraordinarias esculturas cinéticas del artista holandés Theo Jansen: verdaderas obras de arte nacidas del encuentro entre un fuerte instinto artístico y una sólida formación en ingeniería.

    Entre las creaciones de Jensen destacan especialmente aquellas que él mismo bautizó “Animales de playa”, “Animales de playa”, es decir, enormes máquinas cinéticas capaces de moverse de forma autónoma aprovechando el soplo del viento. Estas creaciones tienen la apariencia de criaturas fantásticas y recuerdan a enormes insectos o esqueletos de dinosaurios de otro mundo, un universo donde la ciencia y la fantasía se unen.

    La estructura de estos “gigantes de viento” se diseña primero por computadora, mientras que los materiales utilizados son los más comunes, fácilmente disponibles y principalmente reciclados, como tubos de PVC amarillo, gomas elásticas, bandas, tarimas, palos de madera y botellas de plástico.
    Con el paso de los años y el avance de los experimentos, el artista siempre ha mejorado la tecnología de sus esculturas. Hasta la fecha, los animales de la playa no solo caminan gracias al poder de las corrientes de aire, sino que también tienen la capacidad de almacenar energía eólica en forma de aire comprimido, de modo que pueden moverse de forma independiente incluso en ausencia de viento.

    Las esculturas cinéticas también tienen habilidades perceptivas mínimas, adquiridas a través de sensores especiales, que les permiten esquivar obstáculos o anclarse a la tierra (usando un alfiler) en caso de que las ráfagas sean demasiado poderosas. No solo eso, las máquinas también tienen una memoria rudimentaria; gracias a esta facultad las esculturas modifican su comportamiento en base a las percepciones.

    Las obras de Jansen se han alojado en algunos de los museos internacionales más importantes como la Cité des Sciences y el Palais de Tokyo en París, el Exploratorium en San Francisco, el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología "Leonardo da Vinci" en Milán y el ' Museo de Arte y Ciencia de Singapur.



    Solo podemos adivinar la maravilla de estar frente a estas enormes criaturas que bailan en el viento, resultado de una mezcla de conocimientos técnico-científicos y sugerencias humanísticas, obras hijas del espléndido encuentro entre naturaleza y cultura.
    ¿Y en el futuro? Jansen sueña con poblar las playas holandesas con manadas de estos "animales", libres para moverse entre el aire y la tierra.


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