Murieron en un acuario tras ser privados de su libertad. Este es el final de una treintena de tiburones martillo que fueron capturados hace ocho años en la Gran Barrera de Coral, para convertirse en una atracción turística.
Estuvieron en el acuario de Nausicaá en el puerto francés de Boulogne, cerca de Calais, y todos murieron en cautiverio. Muertes sospechosas que ahora son objeto de acciones legales por parte de Sea Shepherd Francia, que pone el foco en el comercio de tiburones capturados en aguas australianas, precisamente porque la ley federal les permite hacerlo.
Aquí mismo, en el acuario marino más grande de Europa, en los últimos días una de las paredes del tanque de las sardinas se había resquebrajado por causas aún por determinar.
Los tiburones martillo festoneados pertenecen a la familia Sphyrnidae y estuvieron en el acuario más grande de Europa, algunos desde 2011 y el último desde 2018.
El último de los 30 tiburones murió hace dos semanas, pero aún se desconocen las causas de las muertes. Según los administradores del acuario, los animales murieron a causa de una infección por hongos y se infectaron entre sí.
Sea Shepherd Francia afirma que los animales fueron maltratados en cautiverio y está tomando acciones legales contra Nausicaá para acceder a los registros médicos de tiburones y los permisos emitidos para la importación.
“Para una especie en peligro de extinción, cada individuo cuenta. La situación no está clara. Por eso pedimos una investigación exhaustiva de todo lo que ha pasado desde que los importaron en 2011”, explica Lamya Essemlali, presidenta de Sea Shepherd Francia.
A pesar de la atención internacional, el departamento de medio ambiente de Australia dijo que "no estaba al tanto de la muerte de estos animales".
Recuerde que los tiburones martillo festoneados están incluidos en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES). Sin embargo, los animales han viajado por todo el mundo, llegando a Europa, donde murieron tras un cristal y sin libertad.
Según el acuario: "La presencia de tiburones en Nausicaá tenía como objetivo concienciar a los visitantes sobre la fragilidad de este animal, verlo y observar su comportamiento para aprender a protegerlo mejor en su entorno natural".
Palabras que una vez más nos dejan perplejos.
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dominella trunfio
