Al menos 28 personas, en su mayoría mujeres, murieron electrocutadas en Tánger, en una fábrica textil clandestina instalada en un sótano.
No guardes el aguacate así: es peligrosoAl menos 28 personas murieron electrocutadas en una fábrica textil clandestina en Tánger, en el distrito de Branes II. El taller, en el que trabajaban 40 trabajadores, había sido instalado en el sótano de una casa particular, que se inundó a causa de la riada del pasado lunes, provocando la electrocución de los trabajadores, en su mayoría mujeres. No sabemos qué producían y para qué marcas, pero Marruecos es sin duda la última frontera de la moda producida a bajo coste a hombros de trabajadoras y estas son las condiciones en las que trabajan para producir nuestra ropa.
Tragedia de #Tánger | Actualización
? Nuevo saldo: al menos 28 muertos en unidad clandestina de vestuario, sumergida por agua de lluvia. (Corresponsal de 2M) pic.twitter.com/hoD1DOZiiZ
– 2M.ma (@2MInteractive) 8 de febrero de 2021
La noticia del drama desató una ola de indignación en Marruecos. Para esclarecer las causas y responsabilidades del accidente, las autoridades locales han abierto una investigación, pero ya está claro que la fábrica ilegal no cumplía con las normas mínimas de seguridad.
#Marruecos?? | Al menos 28 personas han muerto electrocutadas este lunes en un taller de confección clandestino en #Tánger, debido a que las intensas lluvias de la madrugada inundaron el subsuelo de la fábrica informal en la cual laboraban 40 personas. #N4V pic.twitter.com/7jN1uobrYo
— Noticias 4Visión (@noticias4vision) February 9, 2021
Pero esta, lamentablemente, es solo la enésima tragedia de este tipo que marca al país y, sobre todo, que pudo haberse evitado. El sector textil representa la primera fuente de empleo del país, pero la mayoría de los trabajadores se ven obligados a trabajar en los barrios marginales de las ciudades y en espacios reducidos.
Según un estudio publicado en 2018 por la Confederación General de Empresas de Marruecos (CGEM), más de la mitad de los trabajadores textiles trabajan ilegalmente, en condiciones inaceptables y reciben un salario que en la mayoría de los casos es inferior al mínimo legal, equivalente a 250 euros.
Y en épocas de fuertes lluvias, como las que se han producido en los últimos días, la situación se complica para quienes trabajan en los sótanos. De hecho, en Marruecos, debido a la falta de un adecuado sistema de drenaje urbano, las inundaciones suelen cobrar víctimas. Y muchas veces son los ciudadanos más pobres los que pierden la vida, obligados a trabajar y vivir en lugares inseguros como fábricas clandestinas e improvisadas en tristes sótanos.
Pero estas víctimas no están en las noticias.
Fuente: El País/Le Figaro/Twitter
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