Contra la contaminación llega Mónica, la nariz electrónica que olfatea el smog

    Nace Mónica en Enea di Portici, la primera nariz electrónica que encuentra rastros de contaminantes

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    Mónica tiene olfato para la contaminación y el smog. Es un nariz electrónica que detecta trazas de contaminantes. Efectivamente, Mónica es una nariz. A dispositivo eléctrico que mide los niveles de contaminación en nuestras ciudades y nos permitirá participar personalmente en una movilidad más sostenible.

    "Mónica", de hecho, indica el dispositivo más complejo de "Monitoreo cooperativo de la calidad del aire“, una observación constante que permite identificar una ruta alternativa a las calles llenas de smog, para reducir la exposición a los contaminantes (y no sumar otros).

    La nueva plataforma - desarrollada en el Centro de Investigación ENEA de Portici y presentado recientemente en Cambridge con motivo de la Conferencia Nacional de Sensores y el encuentro sobre nuevas tecnologías dedicadas a la monitorización de la calidad del aire- consiste en una sistema multisensorial portátil basado en paradigmas de código abierto, una verdadera “nariz electrónica” capaz de soportar la información proveniente de las estaciones de monitoreo instaladas en la ciudad.

    Y así es como la característica principal de Mónica, como leemos en presionar, es “permitir a los ciudadanos un abordaje más consciente y participativo del problema de la vigilancia de la calidad del aire en la ciudad, así como la exposición personal, para fomentar conductas virtuosas para una movilidad más sostenible”.

    El dispositivo es liviano, fácil de usar y de bajo costo. puede ser fácilmente montado en una mochila o instalado en el manillar de una bicicleta. Durante un paseo a caballo o un paseo, por lo tanto, sabremos cuántos venenos y cuántos contaminantes llenan el aire y nuestros pulmones. Será Mónica la que haga una encuesta, pero para comunicar los datos será unapplicación previamente instalado en el smartphone e interactuando con la nariz electrónica.


    Contra la contaminación llega Mónica, la nariz electrónica que olfatea el smog


    Mónica forma parte de una experiencia más amplia ganada en Portici sobre otro tipo de "narices electrónicas", dotadas de capacidades cada vez mayores y capaces de operar en diversos sectores, empezando por el primer sistema desarrollado para monitoreo de gases volcánicos, pasando por aplicaciones a las primeras unidades inalámbricas de control de calidad del aire para llegar a aplicaciones útiles paraindustria de aviación.

    Finalmente, el prototipo Mónica se desarrolla como parte del Sistema Integrado de Monitoreo Ambiental denominado Simona y fue parcialmente financiado por el programa POR-Campania. “El sensor será sometido a un proceso de calibración y validación para aumentar su precisión en las mediciones para una evaluación también cuantitativa”, concluye Enea.



    Germana Carillo

    Foto: Enea

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