La ballena franca del Atlántico norte está en peligro de extinción. No hay nuevos bebés este año. La especie está destinada a desaparecer.
Está a punto de acabar atropellado, su madre lo salvaLa ballena franca del Atlántico norte está en peligro de extinción. No hay nuevos bebés este año. La especie está destinada a desaparecer.
Un futuro cada vez más incierto aguarda a las ballenas francas del Atlántico Norte. Observadores entrenados buscan recién nacidos desde diciembre hasta finales de marzo sobrevolando las costas de Florida y Georgia, donde las ballenas hembra suelen dar a luz pero no han visto a ningún recién nacido esta temporada. Si hasta fin de mes no se ven cachorros, será la primera vez desde 1989 que ocurre.
También conocida como Eubalaena glacialis, esta criatura es una de las tres especies pertenecientes al género Eubalaena. Alrededor de 300 ballenas francas del Atlántico norte viven en el Océano Atlántico Norte.
Barb Zoodsma, que supervisa el programa de recuperación de ballenas del sureste de los Estados Unidos para el Servicio Nacional de Pesca Marina, dijo que la falta de recién nacidos podría señalar el "principio del fin" de la especie.
"Es un momento crucial para las ballenas francas", dijo Zoodsma. "Si no tomamos medidas serias y comprendemos la gravedad de la situación, muy bien podría ser el principio del fin".
Los observadores ya estaban alarmados en diciembre por la falta de ballenas hembra frente a la costa sureste de los Estados Unidos. según lo informado por NPR. Las ballenas suelen vivir fuera de Nueva Inglaterra y Canadá, pero las hembras preñadas se dirigen al sur a partir de noviembre para dar a luz y criar a sus crías en aguas más cálidas. Pero este año, los observadores no vieron ninguna hembra en el sur hasta finales de enero.
Solo hay alrededor de 450 ballenas del Atlántico norte, y solo 100 de ellas son hembras reproductoras. Diecisiete de los animales murieron en 2017 y uno fue encontrado este año. Muchos han sido golpeados por barcos o enredados en redes, incluidas las cuerdas entre las boyas flotantes y las trampas para langostas. Estos pueden dañar las aletas de las ballenas, causar infecciones y debilitarlas.
La situación no era halagüeña incluso en 2017, cuando solo se vieron 5 cachorros durante la temporada de nacimiento. En promedio, había 17 recién nacidos cada año.
Todavía hay una débil esperanza. Los científicos buscarán a los bebés nacidos tarde. Según el investigador de ballenas francas Charles "Stormy" Mayo del Centro de Estudios Costeros en Provincetown, es posible que algunas ballenas hayan dado a luz en otros lugares. Además, las hembras tardan tres o más años entre embarazos, por lo que los nacimientos pueden fluctuar de un año a otro. Ya había ocurrido en el año 2000, cuando solo nació uno, mientras que al año siguiente los hijos eran 31.
Esperemos de verdad que esto no sea el principio del fin.
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francesca mancuso
