Este centro terapéutico para personas con discapacidad y estudio textil de moda ética es un auténtico catalizador del desarrollo local.
Está a punto de acabar atropellado, su madre lo salvaEste centro terapéutico para personas con discapacidad y estudio textil de moda ética es un auténtico catalizador del desarrollo local.
© Anna Heringer
Anandaloy en el dialecto bengalí significa "El lugar de la alegría profunda" y este edificio no podría haber tenido un mejor nombre. Dos pisos construidos con barro y bambú, rodeados por los exuberantes campos de arroz de la aldea de Rudrapur en el norte de Bangladesh, la estructura no solo es hermosa, hay mucho más. El proyecto en su conjunto, a través de la combinación inteligente de diseño sostenible, arquitectura verde e inclusión social, es una respuesta a las necesidades de la comunidad y el lugar.
© Anna Heringer
La arquitecta alemana Anna Heringer diseñó este edificio multifuncional de construcción sostenible que alberga un centro terapéutico para personas con discapacidad en la planta baja, un taller de producción textil de comercio justo para las mujeres del pueblo en el primer piso y debajo de la rampa que conecta los dos pisos hay cuevas que ofrecen un espacio en el que jugar o sentirse protegido y abrazado. Una solución increíble para reducir las desigualdades, acoger y promover el desarrollo local sin dañar el medio ambiente.
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“La arquitectura es una herramienta para mejorar la vida. La visión y motivación de mi trabajo es explorar y utilizar la arquitectura como un medio para fortalecer la confianza cultural e individual, apoyar las economías locales y promover el equilibrio ecológico”, señala Heringer.
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El Edificio Anandaloy fue construido principalmente con barro y bambú de agricultores locales y diseñado utilizando el conocimiento artesanal de los habitantes de Rudrapur, demostrando así respeto por el medio ambiente, la cultura y las tradiciones del lugar.
El proceso de construcción del proyecto también fue significativo y desafiante. Para hacerlo realidad, Heringer involucró a todo el pueblo: los habitantes, los vecinos, las personas con discapacidad, todos pusieron sus manos en el barro, recordando la importancia de “ser una comunidad” y reforzar la cohesión social.
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Este maravilloso proyecto con su inmenso valor sociocultural y sostenible es el segundo ganador de los PREMIOS OBEL 2020, un nuevo premio internacional que reconoce las contribuciones arquitectónicas recientes y destacadas al desarrollo humano en todo el mundo.
La arquitectura tiene un gran poder transformador, social y ambiental, y el Edificio Anandaloy de Anna Heringer lo demuestra.
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