Han pasado 20 años desde el atentado a las Torres Gemelas. Era el 11 de septiembre de 2001 cuando el terror se infiltró a la fuerza en los hogares de los estadounidenses.
Han pasado 20 años desde el atentado a las Torres Gemelas. Era el 11 de septiembre de 2001 cuando el terror se infiltró a la fuerza en los hogares de los estadounidenses. Ese día 2974 personas perdieron la vida pero gracias a un perro valiente algunas de ellas se salvaron de una muerte segura.
Una historia que continúa conmovedora después de muchos años. Es el de Roselle, una hembra de Labrador. Mientras las Torres Gemelas estaban envueltas en llamas la mañana del 11 de septiembre de 2001, casi 3000 personas intentaban desesperadamente escapar del infierno antes de que el World Trade Center se derrumbara. Junto con los hombres también había otros rescatistas, hasta 300 perros. Y Roselle era una de ellas. El valiente perro guía no solo salvó a su amo ciego, sino también a otras 30 personas, guiándolas a través del fuego, el humo y los escombros por 80 pisos y llevándolas a un lugar seguro.
El propietario de Roselle, Michael Hingson, director de ventas de la empresa Fortune 500 Quantum, contó la historia. El hombre conoció a su perro guía en 1999, y desde entonces nunca se habían separado, ni siquiera ese terrible 11 de septiembre cuando, en el momento del ataque, Roselle estaba sentada debajo de su escritorio, como todos los días. .
“Escuché un rugido tremendo y el edificio comenzó a temblar violentamente, antes de volcarse lentamente, inclinándose más de 20 pies”, dijo Michael al Sunday Express.
Aunque no todos en el rascacielos lo sabían en ese momento, el edificio acababa de ser atacado por el vuelo 11 de American Airlines, secuestrado por terroristas de Al Qaeda.
“Mientras sucedía todo esto, la explosión, los escombros en llamas, la gente en la sala de reuniones gritando, Roselle se sentó a mi lado más tranquila que nunca. No sintió ningún peligro en el humo y las llamas. Si hubiera sentido el peligro, se habría comportado de manera diferente, pero no lo hizo. Roselle y yo éramos un equipo y yo confiaba en ella”.
Entonces Michael y Roselle se dirigieron hacia la puerta, rodeados de gente asustada y sin saber qué hacer. El calor de los fuegos de los pisos superiores comenzaba a sentirse por lo que Roselle comenzó a correr escaleras abajo arrastrando al hombre con ella y otras personas comenzaron a seguirlos.
“Empezamos a bajar y noté un olor fuerte, un poco a queroseno. De repente me di cuenta de lo que era. Había volado por todo el mundo y lo escuché en las pistas. Era el olor a combustible de avión. Entonces pensé: ¿y si un avión choca contra el edificio?”. Michael continuó.
El queroseno en el aire se volvió tan fuerte que comenzó a arder en los ojos. Después de una hora, el perro y su séquito finalmente llegaron al salón. De repente, un policía comenzó a gritarles que huyeran porque el edificio se estaba derrumbando. Solo 10 segundos después no había nada más que escombros y humo a su alrededor.
Michael agarró a Roselle y comenzó a correr con ella, dándose cuenta rápidamente de que todos ahora estaban huyendo para salvar sus vidas.
“Escuché el sonido de vidrios rompiéndose, metal retorciéndose y gritos aterrorizados. Nunca olvidaré el sonido mientras viva. Luego quedamos envueltos en una monstruosa nube de arena y grava. Me llenó la garganta y los pulmones y estaba jadeando, tratando de respirar. Pero seguimos corriendo y Roselle continuó conduciéndome perfectamente. No se detuvo una vez".
Hingson fue uno de los afortunados supervivientes y se lo debe todo a su perro guía. En 2011, le diagnosticaron una úlcera estomacal y murió, pero su legado heroico sigue vivo. Roselle's Dream Foundation también se ha establecido para continuar ayudando a las personas con problemas de visión.
Fuentes de referencia: Express, Roselle's Dream Foundation
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