Una pesca inusual. Es lo que hicieron Karen Sciascia, una ginecóloga de Pensilvania, y Seth McLean mientras pescaban a lo largo del río Big Hole en el suroeste de Montana cuando vieron un alce que intentaba cruzar el canal. Pero ella no estaba sola.
Está a punto de acabar atropellado, su madre lo salva
Una pesca inusual. Es lo que hicieron la ginecóloga de Pensilvania Karen Sciascia y Seth McLean mientras pescaban a lo largo del río Big Hole en el suroeste de Montana cuando vieron un alce tratando de cruzar el curso de agua. Pero ella no estaba sola.
El río estaba crecido y fluía rápido. El animal estaba tratando de mantenerse a flote. “Estábamos viendo a esta hembra adulta pasearse de un lado a otro y no vimos a su bebé hasta que nos acercamos. La madre seguía empujándolo, la corriente era bastante rápida”, cuenta la ginecóloga.
En cierto momento la madre logró ganar el banco, seguida por el bebé. Pero, golpeado por la corriente, el baby elk quedó impresionado. “Hemos perdido de vista al pequeño. Estaba siendo empujado por el río hacia el valle. Era demasiado pequeño para luchar contra la corriente”, continúa Sciascia. Mamá, mientras tanto, vio cómo el río se llevaba a su cachorro de la orilla. La mujer, entonces, con la ayuda del guía, hizo cambiar el rumbo de su bote y partió en busca desesperada del alce a merced del río.
No fue fácil localizarlo, pero al final lo encontraron luchando por salvarse. Tenía su pequeña nariz justo por encima del agua, pero por suerte Sciascia pudo agarrarlo por las patas delanteras y sacarlo del río. Una foto capta el mágico momento en el que el cachorro, exhausto y empapado, está en los brazos de su salvador, que podía sentir su corazón latiendo rápido con su mano. McLean entonces condujo el bote contra la corriente para alcanzar a su madre, quien, en cuanto escuchó la llamada de su hijo, apareció en la orilla entre la vegetación.
Roberto Ragni
