Todos debemos explicar a los niños la importancia de lavarse bien las manos antes de ir a cenar. A menudo, sin embargo, lo hacemos solo con palabras y no somos lo suficientemente incisivos. Por otro lado, una maestra estadounidense que usó simples rebanadas de pan y bolsas para realizar un experimento con sus alumnos tuvo un éxito perfecto.
No guardes el aguacate así: es peligroso
Todos deberíamos explicar a los niños la importancia de lávate bien las manos antes de ir a la mesa. A menudo, sin embargo, lo hacemos solo con palabras y no somos lo suficientemente incisivos. Por otro lado, una maestra estadounidense que usó simples rebanadas de pan y bolsas para realizar un experimento con sus alumnos tuvo un éxito perfecto.
Los adultos subestimamos con demasiada frecuencia la cantidad de microorganismos y bacterias que viven en nuestras manos y piel, pero este no es el caso de la profesora Donna Gill Allen, quien realizó un experimento muy interesante y divertido (pero al mismo tiempo un poco repugnante). a sus alumnos.
Prueba del profesor Allen
Donna hizo poner tres rebanadas de pan de sándwich en tres bolsas de plástico con cremallera. El primero contenía pan colocado dentro con guantes nuevos y por lo tanto absolutamente estéril y no contaminado (esto actuó como muestra de control del experimento); la segunda bolsa contenía en lugar del pan insertado después de lavarse las manos; el tercero, finalmente, colocado dentro después de que todas las manos sucias de los niños lo hubieran tocado.
A continuación, las 3 bolsas se etiquetaron y se dejaron al margen durante un tiempo determinado hasta que los gérmenes empezaron a proliferar visiblemente, sobre todo en el paquete donde se recogía el pan con las manos sucias.
El resultado
En pocos días la rebanada de pan tocada con las manos sucias se había transformado visiblemente sobre todo en color, se había vuelto azul verdosa.
El experimento, una especie de prueba científica apta para niños, sirvió para llamar la atención de todos sobre la importancia de lavarse las manos. El profesor que publicó el resultado en Facebook se mostró especialmente satisfecho, obteniendo alrededor de 49 apreciaciones y 73 compartidos. Muchos profesores también han decidido replicar el mismo experimento en sus aulas.
También podemos intentar replicar esta divertida prueba en casa, ¡quién sabe si finalmente nuestros hijos no se convencen de lavarse las manos con más frecuencia!
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