Viajes al Alma, Parte I: Superando el Duelo de la Ilusión. El buscador

A veces aceptamos situaciones cómodas y habituales pero sin atracción, o situaciones opuestas, conscientemente incómodas y autodestructivas. Pero, ¿cómo tomar conciencia de todo el malestar que está viviendo y empezar de nuevo?

No guardes el aguacate así: es peligroso

Hay momentos en la vida de cada uno de nosotros en los que los cuidados paliativos contra la insatisfacción ya no tienen efecto.
La tristeza, la incapacidad de actuar, el aislamiento se apoderan y todo parece perdido, prevalece una sensación de pérdida total y uno se pregunta cómo fue posible llegar a ese punto. ¿Lo que sucede?





A veces aceptamos situaciones cómodas y habituales pero sin atracción, o situaciones opuestas, conscientemente incómodas y autodestructivas, para confirmar que no somos dignos de amor.

Todo esto nos parece el camino más simple, más inofensivo, obvio, temporal o ineluctable, que sin embargo resulta ser una trampa muy peligrosa de la que parece imposible escapar. Cuando estamos "satisfechos" con vivir una no-vida, inexorablemente comenzamos a morir lentamente.

Síntomas de esto mal existencial, quizás debido a heridas infantiles no tratadas, se manifiestan con una sensación de aislamiento y apatía progresiva, una agresión a veces dirigida contra uno mismo, que a veces involucra incluso al cuerpo.

Todo esto sucede hasta que algo dentro de nosotros, lentamente, con dificultad, se despierta.

Es nuestro niño interior, ese núcleo original de energía vital y primaria, que nos lleva a sentir de pronto toda la incoherencia que gritan nuestras abandonadas aspiraciones, encontrándonos en un camino elegido por la inercia, la sucesión de heridas nunca vistas, nunca plantas. o celebrado. De alguna manera, a través de la conciencia de nuestro dolor, podemos empezar a vivir de nuevo.

En cierto modo es como si nuestro corazón congelado y agotado necesitara hacer el luto de ilusión y debe tomar conciencia de todo el malestar que está experimentando antes de empezar de nuevo.

El buscador

Viajes al Alma, Parte I: Superando el Duelo de la Ilusión. El buscador

Joseph Campbell, ensayista estadounidense, muy cercano a los temas junguianos relacionados con el mito y los arquetipos del inconsciente colectivo, definió el "Viaje del héroe", el camino que todos estamos llamados a recorrer para separarnos de las cosas preestablecidas a priori, reconocer la realidad por lo que realmente es, explorar nuestro yo interior y finalmente conquistar la Sabiduría.



“El Héroe debe estar dispuesto a descender a los Infiernos para enfrentarse a los Demonios, pues allí es donde está el Tesoro. El Tesoro representa la recompensa por el coraje de haber emprendido el camino y enfrentado a la Sombra. Es la recuperación de nuestros talentos, la toma de conciencia de nuestras capacidades y de nuestro poder”.

Las fases de transición más difíciles de nuestra vida, de transformación y muerte psicológica, son fases evolutivas muy importantes que nos permiten experiencia y desarrollar una figura arquetípica (o modelo interno) en lugar de otra.

El viaje comienza con la aceptación de ver lo que más nos duele: el huérfano que llevamos dentro, el inocente y el perdido que reclama su atención. Este símbolo nace en los diferentes momentos de la vida en los que nos sentimos inadecuados, no amados, desprotegidos o puestos a prueba por hechos traumáticos: duelos, separaciones, decepciones emocionales. Momentos en los que se espera que "otro" nos salve y uno tiene la impresión de que el destino y las circunstancias externas son mucho más fuertes que las nuestras.

Aceptar mirar al huérfano y dejar de fingir que todo está bien nos devuelve a la conciencia de lo que éramos antes de aquellas heridas y nos reconecta inexorablemente con el deseo de no ser más víctimas. Así nace el buscador.

Hay uno leyenda azteca narrado en el libro de Clarissa Pinkola Estes en su libro "Mujeres que corren con lobos": la loba. La Loba indica lo que debemos buscar: la fuerza vital indestructible, los "huesos". La loba recorre ríos y cuevas en busca de huesos de lobo y cuando ha recogido suficientes empieza a cantar.

Con su canción "el desierto tiembla, el lobo abre los ojos y sale corriendo, y como acaba en un río se convierte en mujer". De los huesos el huérfano despierta su voz-alma, que a través del aliento encuentra la verdad de su propio poder y necesidad. La conciencia puede ser socavada y torcida, puede perderse bajo un manto de nieve, distorsionarse con signos de abandono o heridas, pero no muere, porque hay un yo duradero y persistente, vinculado a la vida y al juego. Con los huesos doloridos uno puede vivir en un desierto frío, donde uno se siente privado de todos los privilegios, pero el mismo desierto puede enseñar las cosas preciosas de la supervivencia.



La investigación nos permite aprender que todo lo que buscamos está dentro de nosotros.

Date el permesso para llorar, permiso para gritar, permiso para escuchar tu corazón y tu historia. De una raíz que parece muerta, la vida vuelve en primavera.

Dra. Alice Bacchin

Aquí comienza nuestro viaje, dividido en cuatro artículos de la Dra. Alice Bacchin, psicóloga y dramaturga, separados en el tema de ciclo vida-muerte-vida que terminará con el emblemático avance de The Key - the journey (aquí el teaser) un cortometraje emotivo y sensorial del videoartista Michele Pastrello.
En el próximo artículo hablaremos de cómo reconocer al depredador interno que, si se alimenta, nos mantiene en un estado de pasividad e inexistencia y cómo favorecer el desarrollo del buscador y su evolución a héroe.

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