Gracias a las campañas de concienciación sobre la sal, en Inglaterra se consume un 15% menos. Esto ha tenido efectos beneficiosos sobre el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular.
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Consumimos mucho, demasiada sal. Un condimento que hace más sabrosos nuestros platos pero que, al mismo tiempo, si se consume en cantidades exageradas, tiene un efecto nocivo para nuestro organismo. En Inglaterra, gracias a algunas campañas gubernamentales y no gubernamentales, logró reducir el consumo promedio de sal en un 15% y esto ha resultado en una consecuencia beneficiosa Reducción del 40% en las muertes por enfermedades del corazón.
Para llegar a la conclusión de que existe una correlación entre ambos fenómenos se llevó a cabo una investigación realizada por la Universidad Queen Mary (Londres) y publicada en el British Medical Journal. El estudio analizó una muestra de más de 31 mil personas que había participado en la Encuesta de Salud de Inglaterra 2003-2011, una serie de encuestas anuales sobre el estado de salud de las personas que viven en Inglaterra.
Los investigadores están convencidos de que el mayor contribuyente a la disminución de las muertes fue la disminución de la presión arterial, debido a un menor consumo de sal aunque en el mismo periodo de tiempo se observó una disminución de otros factores de riesgo como el colesterol y el tabaquismo en beneficio de un mayor consumo de verduras y frutas.
"A la luz de estos resultados, podemos decir que la reducción de los niveles de sal en la dieta ha jugado un papel importante en la caída de la presión arterial, y probablemente también en la reducción de los accidentes cerebrovasculares y la cardiopatía isquémica que ocurrieron al mismo tiempo", dijo en un artículo Feng He, autor del estudio.
A pesar de la reducción destacada, trabajo de informacion sobre el daño del consumo excesivo de sal e el trabajo de convencer a los fabricantes para que reduzcan la sal presente en los alimentos envasados aún no está terminado. De hecho, todavía hay demasiadas personas (el 70% de los adultos británicos) que cada día superan 6 gramos de sal (demasiado según los expertos) y, entre otras cosas, el 80% de esta sustancia se introduce de forma no demasiado consciente, ya que se encuentra escondida en los alimentos procesados más comunes.
El verdadero problema sobre el que hay que actuar es este: la mayoría de los alimentos envasados que consumimos contienen sal que se suma a la cantidad que ya usamos para sazonar pastas, verduras, etc. Otro motivo para reducir cada vez más el consumo de alimentos envasados, prefiriendo en su lugar productos frescos.
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