Una siesta corta por la tarde mejora la cognición y mantiene alejado el Alzheimer

    Una siesta corta por la tarde mejora la cognición y mantiene alejado el Alzheimer

    Según un nuevo estudio, una siesta de 30 minutos 4 veces por semana mejora las capacidades cognitivas de los mayores de 60 años

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    Una pequeña siesta por la tarde no solo regenera, sino que incluso puede mejorar nuestras capacidades cognitivas y prevenir el Alzheimer. Esto es lo que afirma un nuevo estudio.





    Si después del almuerzo siente cierto cansancio, debe ceder más a menudo a la tentación de disfrutar de una "siesta". De hecho, una breve siesta por la tarde, especialmente si tiene más de 60 años, podría tener varios beneficios para su mente.

    Un estudio reciente, publicado en General Psychiatry, sostiene que descansar por la tarde 4 veces a la semana hasta 30 minutos podría mejorar las habilidades cognitivas y en particular ayudar a tener una memoria más aguda, mejores habilidades lingüísticas y un mayor nivel de conciencia espacial.

    La investigación se realizó sobre los hábitos de sueño de 2.214 adultos mayores chinos cuyas habilidades cognitivas se evaluaron mediante diferentes pruebas de memoria, lenguaje y otras habilidades mentales. Los participantes se dividieron en dos grupos: los que tomaban siestas regulares y los que no.

    Por "descanso" el estudio se refiere a un período de sueño después del almuerzo que dura entre cinco minutos y dos horas.

    Los resultados mostraron que el descanso de la tarde influyó positivamente en las capacidades mentales de los ancianos, pero este tuvo que ser breve, con una duración inferior a 30 minutos.

    “Las siestas más largas y frecuentes se han asociado con una función cognitiva deficiente. Por el contrario, las siestas cortas (menos de 30 minutos) y frecuentes (cuatro veces por semana) se asociaron con un 84% menos de riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer”, se lee en el estudio.

    Los autores desean subrayar que es necesario profundizar mejor en el tema y comprender cómo el descanso de la tarde puede afectar la función cognitiva. Entre otras cosas, el estudio se realizó en mayores de 60 años y en China, por lo que es necesario comprender si los resultados obtenidos también son válidos en otros lugares y para otros grupos de edad.



    Mientras tanto, podemos dormir la siesta cuando sea necesario (y si es posible) pero sin exagerar, para evitar despertarnos atontados y luego tener dificultades para conciliar el sueño por la noche.

    Fuentes: CNN / Psiquiatría General

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