¿Un impuesto sobre el alcohol y la comida chatarra en camino?

    ¿Un impuesto sobre el alcohol y la comida chatarra en camino?

    Financiar el sector salud a través de un impuesto sobre lo que más daña la salud: el alcohol y la comida chatarra. Esta es la idea de la nueva propuesta que el Ministerio de Sanidad envió a las Regiones de cara al debate sobre el Pacto por la Salud 2012-2014.



    No guardes el aguacate así: es peligroso

    Financiar el sector de la salud a través de un impuesto sobre lo que más daña la salud: alcohol y comida chatarra. Esta es la idea detrás de la nueva propuesta de que el Ministerio de Salud enviado a las Regiones en vista del enfrentamiento en el Pacto por la Salud 2012-2014.



    La comida chatarra y el alcohol podrían estar sujetos a impuestos. Los fondos así recaudados se destinarían a financiar la construcción de centros sanitarios, como parte del Programa extraordinario de inversiones en salud de conformidad con el art. 20 de la ley 67/88, que autorizó la reestructuración edilicia y la modernización tecnológica del patrimonio sanitario público, así como la construcción de residencias para ancianos y personas no autosuficientes.

    De hecho, este programa necesita ser refinanciado y la idea contenida en el borrador es utilizar solo una impuesto de propósito en estos productos que son tan perjudiciales para la salud. Son fondos, reza el borrador, sin los cuales “las estructuras sanitarias públicas están destinadas a un deterioro progresivo con inevitables repercusiones en la calidad asistencial y el mantenimiento de Lea”, los llamados niveles esenciales de asistencia.

    Por tanto, las patatas fritas, las hamburguesas con queso y las bebidas gaseosas podrían durar poco, como ya sucede en Francia, donde las ahora rebautizadas impuesto a la coca cola, o en Dinamarca, donde ha habido un recargo por productos ricos en grasas durante algún tiempo. Entre los que, sin embargo, también entran dentro mantequilla e aceite de oliva.

    En definitiva, tratamos de ganar dinero donde podemos, y estamos convencidos de que propuestas de este tipo poco tienen que ver con intenciones que pretenden reducir la obesidad y propagar hábitos alimenticios correctos y saludables. ¿Realmente un impuesto de este tipo podría reducir el consumo de comidas precocinadas, preenvasadas o comidas rápidas y bebidas alcohólicas de cualquier tipo? ¿No sería mejor, en lugar de hacer caer de nuevo los efectos de esta crisis sobre los consumidores, gravar a las empresas y minoristas que ofrecen alimentos que son todo menos saludables?



    Leonora Cresci

    Añade un comentario de ¿Un impuesto sobre el alcohol y la comida chatarra en camino?
    ¡Comentario enviado con éxito! Lo revisaremos en las próximas horas.