A lo largo de generaciones, los humanos han seleccionado a los perros que mejor comunicaban sus sentimientos con expresiones faciales
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Cuando un perro necesita algo, se vuelve hacia nosotros levantando las cejas. Y nosotros, incapaces de resistir esa tierna mirada, no podemos sino complacer al animal en su deseo. Este rasgo de la fisonomía del perro y el poder que tiene en la relación hombre-perro obviamente no es fruto de la casualidad. Según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Harvard, los perros habrían desarrollado músculos específicos alrededor de los ojos que los hacen más expresivos y comunicativos - tales músculos faltarían en la estructura de los lobos, los animales más parecidos a los perros.
Los investigadores compararon la anatomía facial de seis perros domesticados y cuatro lobos grises, junto con los cambios en el comportamiento de nueve lobos y veintisiete perros callejeros. Se encontró que todos los perros, independientemente de la raza, están dotados de un músculo particular que tira de la esquina lateral del párpado hacia la oreja cada vez que se contrae. Este pequeño músculo, llamado levator anguli oculi medialis, no existe en los lobos y esto significa que es el resultado de la domesticación canina por parte de los humanos.
Esto es lo que distingue la cara de un perro de la de un lobo (@ PNAS)
En la práctica, en 33.000 años de domesticación de la especie, la anatomía facial de los músculos del perro ha cambiado específicamente para satisfacer las necesidades comunicativas del hombre. De hecho, para demostrar el uso de este músculo en la comunicación humana, los investigadores pusieron a algunos voluntarios frente a lobos y frente a perros: en comparación con los lobos, los perros levantan las cejas con mucha más frecuencia y con mayor intensidad cuando se encuentran frente a ellos. del ser humano
Este músculo extra permite que los perros sean más expresivos, y los investigadores sospechan que es el resultado de la preferencia del domador humano por rasgos que de alguna manera facilitan la comunicación entre humanos y perros: con el tiempo, los perros considerados más expresivos han sido "seleccionados" por humanos y criados con más frecuencia que los perros menos expresivos. En la práctica, los humanos muestran más empatía y generosidad con los perros con rasgos neoténicos (es decir, infantiles), como ojos grandes, frente ancha, etc., y es más probable que los alimente y los cuide.
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Fuente: PNAS
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