
Según la medicina tradicional china, cada órgano de nuestro cuerpo maneja una emoción a la que está conectado. Entonces, cuando el órgano está sano, el manejo de la emoción relativa también lo es. Además, el uso de la voz y por tanto de los sonidos nos ayuda a limpiar los órganos de las emociones negativas que los bloquean.
No guardes el aguacate así: es peligroso
Para mejorar cada día nuestros órganos existe una técnica que comúnmente se denomina saludo a los organos, un momento de cuidado y atención que se dedica a nuestro cuerpo. Esta práctica tan sencilla se puede hacer todos los días, pero también enseñar a niños y adolescentes para que empiecen a cuidarse y empiecen a mejorar la conciencia de que es bueno desarrollarse ya a una edad tan temprana.
Te sientas cómodamente en siddhasana, o en una posición estable y relajada que te permita mantener la columna estirada.
- Comenzamos con El hígado, colocando las manos en el lado derecho del abdomen y llevando así el pensamiento y las manos a este punto. Con los ojos cerrados se realizan tres respiraciones profundas y con cada exhalación se recita la letra sssshhhhh, visualizando nuestro cuerpo rodeado de color amarillo. El amarillo y el hígado son elementos que hacen referencia al sentimiento de ira, que de esta manera salimos del cuerpo, dejándolo ir a la Madre Tierra que todo lo acoge. Después de las tres respiraciones nos frotamos las manos para descargar la ira residual en nuestras manos.
- Luego pasamos a páncreas, lado izquierdo de nuestro abdomen y de la misma manera colocamos allí nuestras manos. Exhalando tres veces recitamos la letra eeeeee, visualizando nuestro cuerpo rodeado de color naranja. Llevamos nuestra mente a un pensamiento dulce y vamos a suplir esa falta de dulzura que a veces hay en nuestra vida.
- Movámonos a Lombi: manos detrás de la espalda, de la misma manera recitamos la letra uuuuuu y visualizamos el Azul claro. Dejamos que el miedo que nos paraliza salga de nuestro cuerpo.
- para trabajar en el valor, nos movemos con las manos sobre las costillas flotantes, que protegen las nuestras pulmones. Rodeémonos de luz blanca y cuando exhalamos recitamos la letra sssssss, dejamos entrar en nosotros el coraje para realizar acciones.
- Acercamos nuestras manos a corazón, esta vez visualizamos nuestro cuerpo rodeado de uno luz verde y recitamos la letra aaaaaa, que se nos vaya el miedo a no ser amados.
- Las manos en gola y recitamos la letra ooooo, el cuerpo se envuelve de azul y perdónanos de haber dicho esas palabras que no hubiésemos querido.
- Finalmente, pongámoslo en nuestras manos. la cabeza, en correspondencia con la fontanela que representa la glándula pineal, el centro de la espiritualidad. Exhalamos mientras recitamos la letra iiiiiii y dejamos que todos los colores del arcoíris entren en nosotros, a través de la fuente, dejando salir lo que en cambio, no es brillante dentro de nosotros.
Entonces, volvamos a poner las manos sobre todos los órganos que hemos tocado y agradezcamos, estamos agradecidos con nuestro cuerpo, templo precioso de nuestro espíritu. Namasté.