Aunque haga mucho frío, debemos resistir la tentación de usar calcetines en la cama: esto explica por qué
No guardes el aguacate así: es peligrosoAunque haga mucho frío, debemos resistir la tentación de usar calcetines en la cama: esto explica por qué
En las noches de invierno, cuando las bajas temperaturas son difíciles de soportar, muchas personas tienen la costumbre de dormir con calcetines de lana o pantuflas. Sin embargo, según los expertos, este es un muy mal habito. De hecho, durante las horas de sueño, nuestro cuerpo naturalmente baja su propia temperatura para promover el descanso; por lo tanto, los impedimentos físicos para este descenso normal resultan en dificultad para conciliar el sueño, despertares nocturnos y, en general, mala calidad del sueño.
Por la misma razón, no se recomienda mantener los radiadores encendidos durante la noche ni utilizar accesorios como mantas eléctricas o calefactores en el dormitorio: aunque el calor que generan estos aparatos es inicialmente agradable y útil para conciliar el sueño, en realidad las altas temperaturas no son nada buenas. La temperatura ideal para disfrutar de un buen sueño reparador es entre 18° y 19°. Para conseguirlo, se sugiere apagar los radiadores unas horas antes de ir a dormir, para que el calor generado por los radiadores se disperse.
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También es importante no cargar la cama con demasiadas mantas.: además de agobiarnos físicamente por el peso de demasiadas capas de tela, nos costará conciliar el sueño debido a la alta temperatura. Finalmente, nos quitamos los calcetines media hora antes de acostarnos: de esta manera los vasos sanguíneos de manos y pies tendrán la oportunidad de dilatarse para favorecer la dispersión del calor corporal y permitir un sueño de buena calidad. En definitiva, puede ser una tortura quedarse dormido con los pies congelados, pero sin duda es más saludable y los beneficios para nuestro descanso se notan de inmediato.
Pero no solo debemos acordarnos de quitarnos los calcetines un poco antes de acostarnos, también es importante dormir con al menos una mano (o un pie) fuera de las sábanas - incluso cuando hace mucho frío: de esta manera nuestro cuerpo bajará más rápido la temperatura y descansaremos mejor. Así que olvidémonos de quedarnos encerrados toda la noche con la cabeza debajo del edredón: mejor descubrirnos un poco incluso en invierno: nuestro sueño se beneficiará.
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