El artista David Černý representó "Las metamorfosis" de Kafka con una escultura cinética que representa la cabeza del escritor.
Las “Metamorfosis” de Kafka representadas a través de un escultura cinética que reproduce la cabeza del conocido escritor: aquí se encuentra una de las últimas obras del artista checo David Černý, famoso por sus provocativas e irreverentes instalaciones.
La obra, encargada por los centros comerciales Quadrio de Praga en 2014, consta de una cabeza de casi 11 metros de altura realizada en acero inoxidable; los 42 bloques que componen la escultura giran de forma independiente gracias a un motor. La instalación, convertida ya en un auténtico monumento que atrae a muchos turistas, es una combinación de arte y técnica: para su realización, el artista colaboró con el departamento de ingeniería mecánica de una conocida empresa especializada en robótica.
El efecto es alienante: la forma de la estatua cambia sin cesar, como si simbolizara la alienación del ser humano moderno dentro de la sociedad. Es evidente que el artista ha retomado uno de los elementos peculiares de la poética del conocido escritor: los personajes kafkianos suelen estar desprovistos de rasgos físicos distintivos, así como inmersos en dinámicas independientes de su voluntad, víctimas de un indescifrable destino.
La escultura representa la dispersión de la identidad a través de un rostro vacío, en continua transformación, que repercute en el espacio circundante gracias al juego de los espejos. La continua descomposición del rostro revela una verdad que tiene que ver con el concepto de identidad del ego: nuestro ego no es más que la proyección de las miradas ajenas, una unidad frágil y siempre cambiante.
En esta escultura, Černý no solo rindió homenaje a uno de los escritores europeos más importantes de todos los tiempos, sino que representó la esencia misma de la psique humana y la alienación del hombre moderno en la sociedad.
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