En Bundanoon, una localidad australiana de Nueva Gales del Sur, se ha prohibido beber agua de botellas de plástico para volver al uso de envases reciclables para llenar en el grifo o bebederos
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Las 2500 almas de un pueblo australiano en Nueva Gales del Sur, para ser precisos Bundanoon, cuyo nombre ya tiene asonancias de cuento de hadas, hoy terminaron en las páginas de todos los periódicos y revistas web. La razón es obvia. El ayuntamiento de esta localidad turística del suroeste de Sídney votó (350 votos a favor y dos en contra) la prohibición de beber agua de botellas de plástico para volver auso de contenedores reciclables para llenar en el grifo o en los bebederos.
Sí, porque la prohibición irá acompañada inmediatamente de la construcción de más fuentes a lo largo de la vía principal del pueblo de las que sólo brotará agua pública.
El motivo de la decisión, que entre otras cosas, según ambientalistas locales, es la primera en el mundo, es la preocupación por los recursos excesivos necesarios para extraer el agua, embotellarla y transportar las botellas.
Los turistas estarán exentos de la prohibición, y en todo caso se les animará a llenar botellas vacías en las fuentes del pueblo.
Finalmente, parece que la elección de Bundanoon ha inspirado al gobierno de Nueva Gales del Sur, del que Sídney es la capital, y el jueves el primer ministro Nathan Rees habría ordenado a todos los departamentos y agencias estatales que dejaran de comprar agua embotellada. a favor del agua del grifo.
Germana Carillo
