Mientras el resto del mundo habla de COVID19, en Siria los niños son violados, torturados y utilizados para la guerra a diario.
No guardes el aguacate así: es peligroso“Mientras en el resto del mundo se habla de COVID19, en la guerra de Siria, niñas de nueve años son violadas todos los días y forzadas a la esclavitud sexual. Los niños son continuamente torturados, forzados a recibir entrenamiento militar y usados para matar en la guerra. Muchos niños son baleados por francotiradores y usados como “cebo” para una guerra que no es la suya”.
Levantar el velo del silencio es un post que se ha vuelto viral del cinereportero Sebastiano Nino Fezza, publicado en su página de Facebook.
Después de casi nueve años, los niños sirios continúan enfrentando niveles de sufrimiento y dolor sin precedentes. Así se desprende del último informe de los inspectores de la ONU sobre el conflicto sirio.
NINO Fezza cinereportero / Facebook
Durante los últimos nueve años, millones de niños han crecido en una zona de guerra. El domingo 15 de marzo se cumplieron nueve años desde el inicio de la guerra en Siria. Al entrar en el décimo año de conflicto, los niños continúan pagando el precio final de una guerra creada por adultos. Solo en 2019, más de 900 niños fueron asesinados y cientos mutilados. Estos son solo los muertos que han sido verificados. El número real es mucho más alto.
Muchos han visto a sus padres, hermanos o compañeros de escuela asesinados frente a sus ojos. Esta guerra es algo que ningún niño debería experimentar, pero millones lo hacen. Han perdido su infancia y, para muchos de ellos, el futuro ya está muy comprometido.
“Pasé 30 años de mi vida en el sur del mundo para contar la tragedia de las guerras, especialmente la olvidada. Siempre he dedicado mi atención a lo que llamo “La Guerra de los Últimos”, esos niños que nunca han elegido vivir en un país devastado por la guerra, esos niños que han perdido su infancia, esos niños que no tienen futuro”, explica. el reportero en su blog.
Nadie habla de todo esto, nadie hace nada por ellos, como si el problema no existiera.
Sin embargo, estos niños están allí. Hagámoslos visibles.
Fuente: Nino Fezza Facebook, blog, ACNUDH
