Meditación para todos: cómo empezar de cero

Meditar aporta beneficios indiscutibles a nuestra salud psicofísica; algunos consejos para practicarlo sin un método estandarizado. No hay duda de que meditar es bueno: abre la mente, hace que las emociones sean fluidas y armoniosas, ayuda a permanecer en el aquí y ahora; la práctica constante remodela nuestros circuitos cerebrales. Todo ello se traduce en un bienestar general, una mayor salud física y una nueva capacidad y fortaleza interior para afrontar cada día.



Ya sea que la quieras entender como una especie de píldora relajante-anti-desgaste (¡uf!) o como una práctica de vida que te ayude a centrarte, en conexión con el Ser y con el Todo, la meditación está verdaderamente al alcance de todos. y se puede “traducir” de mil maneras diferentes: las más conocidas y “diseccionadas” por la investigación científica son mindfulness, yoga, meditación trascendental, pero no son las únicas.



Sobre todo, puedes empezar solo, fuera de un modelo "estructurado" (aunque luego, claro, compararte con alguien que tenga experiencia práctica en meditación, en general, si hay dudas puede ayudar).

Meditación, primeros pasos: los libros para leer

Por ejemplo, una forma de comenzar a meditar es participar en lecturas inspiradoras para el espíritu. No necesariamente tienen que ser textos desafiantes. Por ejemplo, puede comenzar con "Siguiendo los pasos del Buda"De Pablo Koppler (Edizioni il Punto d'Incontro), con el prefacio de Thich Nhat Hanh: este hermoso libro ofrece una serie de relatos sencillos y profundos del Dhammapada, el sublime canto de la verdad. En los relatos habla no sólo de los más importantes discípulos de Buda sino también de los sucesos de hombres y mujeres comunes y corrientes que acuden al Iluminado para recibir enseñanzas: las que propone combinan siempre la sabiduría con una pizca de humor.

Otro punto de partida convincente son las enseñanzas de Maestro Pedro Deunov (disponible gratis en línea) o los Pensamientos Diarios de Marco Michaël Aïvanhov.

La meditación al alcance de todos: ¿cómo proceder?

En este caso es importante reservar un tiempo, expresamente dedicado, para no ser molestado por otras personas o “quehaceres”; y luego: respira hondo algunas veces, para dejar ir cualquier tensión o pensamiento "en la piel" y así poder entrar realmente en el texto que tienes delante. Saboreándolo lentamente. Después de la lectura, se puede entonces "sentir y sentir" cómo resuenan "adentro" las palabras recién leídas, cuál es la enseñanza, qué se ha entendido y cómo se puede entonces llevar todo eso a la propia vida, imaginando también situaciones concretas de aplicación.

Meditación para todos: cómo empezar de cero

Otra forma sencilla y asequible de meditar es en medio de la naturaleza, viendo un atardecer o un paisaje, escuchando el canto de los pájaros moviéndose entre las ramas de los árboles, observando flores o ramas muertas que han caído al suelo. También en este caso son importantes dos cosas: tomarse el tiempo de “quedarse”, de sumergirse en lo que se ve, en lo que hay alrededor, en lo que se escucha y se respira, prestar atención a la respiración, que no es contenida sino fluida. Por último, escucha a tu corazón: fíjate si está contraído, resistente o abierto (sin juzgar si es bueno o malo, positivo o negativo). Si hay tensión, lleva tu respiración, conscientemente, a esa tensión. Así que déjate “contaminar” por la belleza de la vida en todas sus formas, respira; escucha esos pensamientos o sobresaltos que suben desde el corazón, que llegan - de repente - a la mente. Y agradécete a ti mismo ya tu entorno por ese regalo.



Meditación para todos: cómo empezar de cero

La verdad, sin embargo, es que puedes meditar en (casi) cualquier situación: ya sea que estés comiendo o lavando platos, parado en la estación esperando el tren o sentado cómodamente en el sofá, no importa. El punto es: ser capaz de estar totalmente presente en lo que haces, con tu cuerpo y mente. Realmente no es trivial pero se puede traducir así: respiración fluida, ser consciente del propio cuerpo (por ejemplo: de los movimientos que está haciendo de los puntos de contacto de los pies con el suelo, del peso de la manga del suéter en la muñeca), sin juzgar pero aún tratando de disolver, a través de la respiración, cualquier tensión percibida; sin que la mente divague en otra parte, en otros pensamientos, en otras situaciones.

Lee también: MEDITACIÓN: LO QUE LE PASA AL CUERPO Y LA MENTE AL PRACTICARLA 10 MINUTOS AL DÍA

Para concluir: la meditación es una práctica; cuanto más lo "frecuencias" (no tanto por el tiempo dedicado sino sobre todo por la regularidad con que lo haces) más te familiarizas con su lenguaje y todos sus posibles matices. Como toda práctica, en sí misma es "neutral": más allá de los indiscutibles beneficios sobre el cuerpo y las emociones, puede acercarnos a nuestro auténtico yo, nutrir nuestro espíritu, ayudarnos a vivir con más conciencia y con una actitud de apertura y benevolencia en el mundo o puede hacernos más fuertes en el ego, decididos y confiados en nuestro actuar sólo para nuestros objetivos, incluso depredadores. Solo depende de nosotros.



Añade un comentario de Meditación para todos: cómo empezar de cero
¡Comentario enviado con éxito! Lo revisaremos en las próximas horas.

End of content

No more pages to load