Los perros son auténticos ansiolíticos naturales que nos pueden ayudar a afrontar este confinamiento por la emergencia del coronavirus
Está a punto de acabar atropellado, su madre lo salvaLos perros son auténticos ansiolíticos naturales que nos pueden ayudar a sobrellevar este periodo de confinamiento. Aunque ha comenzado la Fase 2, el camino para volver a la normalidad aún es largo y nuestros amigos de cuatro patas son nuestros aliados para superarlo. ansiedad y depresión.
Hemos hablado muchas veces de los beneficios que nos puede dar un perro: acurrucarse baja la presión arterial con beneficios para todo el cuerpo, menor riesgo de infartos y enfermedades cardiovasculares. Aún así su contacto aumenta la producción de endorfinas y oxitocina, hormonas que nos aportan buen humor y baja la de cortisol, la hormona del estrés. Sin tener en cuenta que luego caminar en su compañía también nos ayuda a deshacernos de unos kilitos de más. Su amor incondicional nos lleva a la empatía y la sociabilidad, pero también al sentido de la responsabilidad, que nos permite cuidarlos.
Los perros son un antiestrés y nos ayudan a lidiar con la soledad, son muchos los que están viviendo el confinamiento por la emergencia del coronavirus lejos de sus seres queridos. Ahora un estudio publicado por la Revista Colombiana de Psicología sugiere que los perros pueden ser ansiolíticos naturales para las personas que están pasando por momentos difíciles. De hecho, los amigos de cuatro patas pueden brindar el mismo tipo de apoyo social que la familia y los amigos.
El estudio se refiere entonces a la salud mental estrechamente ligada a la presencia de un perro. Los expertos recomiendan centrar nuestra energía en algo positivo cuando estamos deprimidos, como jugar con nuestro cachorro o pasear juntos. Según los investigadores, tener un perro nos mantiene activos, porque nos empuja a no dejarnos llevar, a no convertirnos en autómatas y caer en la apatía. Esto es especialmente importante para las personas mayores que tienen ritmos de vida muy diferentes a los demás.
El cachorro con su forma de vida también nos permite divertirnos, quitarnos el miedo y la sensación de impotencia que estamos viviendo en este periodo. Aún así, no debe subestimarse a nivel psicológico, está la cuestión de los llamados 'constancia afectiva', el perro nunca nos traicionará y por ello es un estímulo para aquellos que también tienen problemas con las relaciones.
Pero como hasta nuestros amigos pueden sufrir por el cambio de rutina, recordemos siempre estimular sus instintos, quizás con juegos de olfatear en casa o con pelotas y objetos que puedan mantenerlos ocupados, este tipo de actividad no solo los relajará, sino también nosotros. . En un momento en que el contacto físico con las personas es mínimo o casi nulo, su presencia puede compensar esta carencia.
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Fuente: Revista Colombiana de Psicología
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