Hay algunos malos hábitos alimenticios que pueden sobrecargar nuestro sistema inmunológico como el consumo excesivo de azúcar y sal
No guardes el aguacate así: es peligrosoA estas alturas debería quedar claro para todos: lo que comemos a diario puede tener efectos positivos o negativos en nuestra salud. A menudo subestimamos que el sistema inmunológico también puede verse afectado por el consumo excesivo de ciertos alimentos o ingredientes, que en consecuencia sería bueno eliminar o limitar en la medida de lo posible. Veamos cuáles son.
El sistema inmunológico puede verse influenciado por diferentes aspectos de nuestra vida diaria, por ejemplo, el estrés, la falta de sueño y, en general, un estilo de vida no regulado que también incluye comer alimentos poco saludables.
Pero, ¿cuáles son los peores hábitos alimenticios que pueden debilitar las defensas naturales de nuestro organismo según la ciencia?
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Consumir demasiado alcohol
El alcohol actúa negativamente en varios frentes: por un lado, puede suprimir la respuesta inmune del cuerpo a las infecciones, por otro lado, puede alterar la correcta absorción de algunos nutrientes, incluida la vitamina C y el zinc, que son esenciales para las defensas del cuerpo.
Un estudio de hace unos años había puesto de manifiesto cómo el consumo excesivo de alcohol puede afectar a las defensas del organismo. Como explicó Elizabeth Kovacs, coautora del estudio e investigadora de la Universidad de Loyola:
Hay menos conciencia de los peligros de los efectos del alcohol en diferentes áreas, como el sistema inmunológico. Esto resultaría no solo en daños al sistema inmunológico, sino también en una capacidad reducida del cuerpo para curarse, en una mayor pérdida de sangre y en un mayor riesgo de neumonía y otras infecciones.
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Consumir demasiada azúcar
Ahora se sabe, y ha sido probado por varias investigaciones, que demasiada azúcar en nuestra dieta puede debilitar el sistema inmunológico.
Un estudio, realizado por la Universidad de Loma Linda, vinculó la ingesta regular de alimentos con alto contenido de azúcar añadida al deterioro de la función inmunológica, particularmente porque los glóbulos blancos, que son las células involucradas en la lucha contra las infecciones, se ven afectados negativamente por esta sustancia. Específicamente, la efectividad de las células inmunes disminuyó hasta en un 50% después de 1 a 2 horas de consumo de azúcar y el efecto duró hasta 5 horas. Lea también: Azúcar refinada: 10 razones científicamente comprobadas para limitar su consumo
Consumir demasiada sal
El consumo excesivo de sal puede tener un efecto perjudicial para la salud, provocando inflamación en el cuerpo y aumentando el riesgo de enfermedades crónicas.
Cuando se consume en exceso, también se cree que la sal inhibe algunas de las respuestas naturales de nuestro cuerpo, como descubrió un estudio reciente que también investigó el mecanismo por el cual esto ocurre. (Lea también: La cantidad de sal que consume podría hacerle mucho más daño de lo que cree, según un nuevo estudio).
Demasiada sal puede incluso alterar nuestra microbiota intestinal, que juega un papel importante en la función inmunológica del cuerpo.
El alto consumo de sodio también se ha relacionado con el empeoramiento de enfermedades autoinmunes como la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa y el lupus.
Consumir demasiados alimentos procesados y comida chatarra
Los alimentos procesados también reducen significativamente el sistema inmunológico. Hay varios estudios que han avalado la tesis, algunos de los cuales han puesto de manifiesto cómo el organismo trata la comida chatarra como una infección (Comida chatarra: los efectos secundarios sobre el sistema inmunológico son peores de lo que te imaginas, los estudios)
No obtener suficientes frutas y verduras
Comer al menos 5 porciones diarias de frutas y verduras es importante para apoyar nuestro sistema inmunológico. En su interior, de hecho, hay altas cantidades de vitaminas, minerales y antioxidantes, sustancias esenciales para la buena salud del organismo y para combatir las infecciones.
Las frutas y verduras también tienen mucha fibra soluble, lo cual es útil para nuestra inmunidad ya que es el alimento necesario para las bacterias buenas que viven en nuestros intestinos y ahora se sabe que un microbioma saludable también promueve un sistema inmunológico eficiente.
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deficiencia de vitamina D
La deficiencia de vitamina D, que no es rara en absoluto, nos expone a algunos riesgos, incluido el de tener un sistema inmunitario más débil. Cualquier persona que esté todo el día encerrada en una oficina o que, por otros motivos, no pueda exponerse de forma adecuada y diaria a la luz solar, debería plantearse la posibilidad de tomar un suplemento (tras evaluar con la ayuda de un médico si realmente hay deficiencia de esta vitamina).
Lea también: Vitamina D: todas las consecuencias de una deficiencia
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