Se ha descubierto una cantera en Reino Unido que conserva los restos de miles de estrellas de mar que poblaron la Tierra hace casi 200 millones de años.
Se ha descubierto una cantera en el Reino Unido que contiene los restos de miles de estrellas de mar y otros habitantes del mar que poblaron la Tierra hace casi 200 millones de años.
El hallazgo ocurrió de la forma más bizarra: una pareja de amantes de la aventura aburridos por el confinamiento por la pandemia fueron a explorar la zona utilizando el sistema de geolocalización de Google Earth. Lo que descubrió, sin embargo, está más allá de la imaginación: una cantera con los restos de miles de almas carbonizadas y fosilizadas. Como en una Pompeya prehistórica, las víctimas evidentemente intentaron protegerse adoptando una posición acurrucada, pero fue en vano: los brazos fueron literalmente desgarrados, fueron empujados aquí y quemados vivos. Este evento, por trágico que fuera, permitió la preservación de una extraordinaria colección de animales fósiles que datan de hace 167 millones de años, probablemente uno de los sitios de la era Jurásica más grandes jamás descubiertos en el Reino Unido.
Existe un secreto absoluto sobre la ubicación precisa de la excavación, por razones obvias de seguridad, pero a partir de las fotos difundidas por la cadena BBC, está claro que el sitio está ubicado en algún lugar de Cotswold, un distrito de Gloucestershire (Inglaterra). Ciertamente, el entorno natural alrededor de la excavación del Jurásico ha cambiado mucho desde la prehistoria: toda la zona estaba cubierta por el mar (20-40 metros de profundidad) y el clima era más cálido, por lo que los animales encontrados eran criaturas que vivían en aguas muy similares a los tropicales. Extraños animales llamados lirios de mar se aferraban al lecho marino en grandes 'praderas' donde las estrellas de mar se movían agitando sus cinco brazos.
La cantidad de animales descubiertos en la cantera es impresionante: de hecho, son decenas de miles de animales a los que los científicos han llamado colectivamente equinodermos. El come proviene de la palabra griega para erizo: algunos ejemplares parecen plantas, pero todos son animales cuyo esqueleto está formado por carbonato de calcio; están dispuestos en simetría radial, en múltiplos de cinco; las partes dañadas del cuerpo vuelven a crecer o se regeneran, como lo hace un gecko con su cola.
Hasta ahora, lo que los arqueólogos sabían sobre la historia antigua de los equinodermos provenía de fósiles ingleses de muy pocas especies, que surgieron durante las obras de la línea férrea en la época victoriana: estos pocos hallazgos (que representan solo dos especies de estrellas de mar) se conservan en el Museo de Historia Natural de Londres Los nuevos hallazgos arqueológicos, por otro lado, pertenecen a hasta doce especies diferentes, y los expertos esperan descubrir nuevas especies entre ellas.
Pero no es solo la cantidad de los hallazgos lo que sorprende, también es su calidad y el increíble estado en el que se conservan: los esqueletos están perfectamente conservados y completos con todas las articulaciones aún intactas.
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Fuente: Museo de Historia Natural
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