La parábola del colibrí: la enseñanza que nunca olvidarás

La parábola del colibrí que nos enseña la importancia del trabajo en equipo, porque junto a los demás podemos hacer grandes cosas.

El colibrí es una de las aves más bellas del mundo, con sus colores y su ligereza es realmente fascinante. Se vincula una parábola a este animal que nos enseña la importancia del trabajo en equipo, porque junto a los demás, podemos hacer grandes cosas.





Ya habíamos hablado de la leyenda maya del colibrí, como sabemos sus plumas eran consideradas mágicas para los mayas quienes consideraban a este animal como una criatura sagrada capaz de dar curación.

Pero junto a la leyenda, también hay una hermosa parábola del colibrí que nos enseña a colaborar con los demás, porque son las gotas juntas las que forman el océano. Por eso, nos enseña a confiar en los demás y a no despreciar la ayuda que se nos ofrece.

La parábola del colibrí: la enseñanza que nunca olvidarás

La parábola del colibrí

Se dice que muchos animales también vivían en un gran y antiguo bosque lleno de árboles. Pero con la llegada del verano este bosque se volvió yermo y seco, con innumerables incendios. El fuego se propagó rápidamente y los animales asustados comenzaron a huir. En medio de la confusión, un pequeño colibrí comenzó a volar en dirección contraria a la del resto de los animales.

Volando, el colibrí llegó a un lago y comenzó a tomar pequeñas gotas de agua para arrojarlas sobre las llamas. Leones, jirafas, elefantes y otros animales, asombrados, miraban al pajarito ir y venir. En cierto momento a coro preguntaron:

- ¿Qué estás haciendo? ¿A dónde vas? ¿Por qué no huyes del fuego?
El colibrí se detuvo por un momento y respondió:
- Este bosque es mi vida, mi nido y todo lo que he construido, así como para todos ustedes. No quiero que desaparezca y me haría sentir muy mal saber que pude haber hecho algo para salvarla y no hice nada. Por eso estoy volando hacia el lago en medio del bosque, recojo un poco de agua en mi pico y la tiro sobre las llamas para mitigar el fuego.


El resto de los animales respondieron:


- Estás loco, unas pocas gotas no ayudarán a calmar las llamas. No puedes apagarlo tú solo.
Entonces el colibrí respondió:
- Es posible pero estoy haciendo mi parte. Y prosiguió su vuelo incansable hacia el lago.

¿Qué nos enseña la parábola del colibrí?

Que si cada uno de los animales hubiera cooperado trayendo un poco de agua, probablemente el fuego se habría extinguido. Podemos hacer nuestra esta enseñanza y la próxima vez, en lugar de quedarnos quietos y pensando, actuemos, hagamos nuestra parte animando a otros también. Juntos, tal vez, podamos lograr un cambio, pero si no actuamos, nunca lo sabremos.



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