La nube de la calma es una actividad de visualización simple adecuada para jóvenes y mayores para ahuyentar la ansiedad y el estrés.
No guardes el aguacate así: es peligroso¿Tus hijos están pasando por un momento difícil y los notas más ansiosos o agitados de lo habitual? Trate de ofrecerle esta simple actividad de visualización. Muchas nubes coloridas de calma podrían cambiar el estado de ánimo y el día de los más pequeños.
Proponer esta bonita actividad de visualización para que la hagan los niños y, por qué no, los adultos experimentemos cuando nos sintamos inquietos y queramos recuperar un poco la calma es Monia Monti, pedagoga y experta en meditación y mindfulness.
Sobre estos temas, el Dr. Monti también ha publicado un libro: “Niños tranquilos y felices. Técnicas de meditación para niños y adultos para manejar la ansiedad y el estrés”.
Pero ahora veamos en qué consiste la nube de la calma y cuándo es recomendable utilizar esta técnica.
Las nubes de la calma
Cierra los ojos y haz unas cuantas respiraciones lentas y profundas. Luego imagina que en la habitación donde se encuentra hay muchas hermosas nubes de calma en blanco, azul, rosa… pueden ser grandes o pequeñas. Respiras el color de la nube que mágicamente pinta tu cabeza del mismo color, aún respiras este color de la nube de la calma que ahora pinta los brazos y las manos.
Vuelve a respirar la nube de la calma y ahora su mágico color pinta la espalda y da una profunda sensación de relajación. Deja que este color de la nube entre por la nariz y deslízalo hacia el vientre relajante. Una vez más se inhala esta nube mágica que pinta nuestras piernas y pies de calma y tranquilidad.
Todo el cuerpo se envuelve en este maravilloso color de calma y tranquilidad.
Todavía podemos respirar en esta pequeña nube de calma y cuando exhalamos podemos dejar ir todas las cosas que nos preocupan y molestan en este momento e imaginarlas soltándose en una nube gris, repite varias veces.
Cuándo hacerlo:
Dado que es una meditación que da una profunda sensación de relajación y tranquilidad, ayuda a distanciar los pensamientos, a tener más conciencia de las propias emociones y a saber explicarlas con mayor claridad. se puede practicar en cualquier momento del día. También es útil para recuperar una mayor concentración, por ejemplo, antes de los deberes o una competición deportiva.
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