Una foto muy tierna que se ha vuelto viral en las redes sociales, en la que una niña está sentada en el suelo con un vendedor ambulante de paletas heladas y le enseña a leer y escribir. Una dulce historia de amistad que supera todas las barreras.
No guardes el aguacate así: es peligrosoUna foto muy tierna que se ha vuelto viral en las redes sociales, en la que una niña está sentada en el suelo con un vendedor ambulante de paletas heladas y le enseña a leer y escribir. Una dulce historia de amistad que supera todas las barreras.
Con su cabello muy negro, todos los días Bárbara Matos Costa de solo 9 años, cuando termina las clases escolares, dedica su tiempo a Francisco Santana Filho de 68 años que habiendo comenzado a trabajar desde niño no pudo asistir a la escuela.
Esto sucede desde hace dos años y la lección privada y personalizada tiene lugar en el patio del Colegio Diocesano de Crato. Todo comenzó cuando la niña le preguntó al hombre si sabía leer y escribir. La respuesta negativa desencadenó un sentido de solidaridad hacia 'Zezinho', el vendedor de helados que lleva 44 años allí.
La niña usa los mismos libros con los que aprendió a leer y escribir.
“Es lo más hermoso del mundo. Por unas horas ella se dedica a mí”, dice el hombre, revelando que no era su intención aprender el abecedario, pero que no pudo decir que no al amable gesto del niño.
Francisco nació y creció en Crato. Es vendedor de helados desde los 12 años y conoce a todos los niños de la zona, pero ninguno se había quedado mucho tiempo con él, dedicándole su tiempo.
A Bárbara este gesto le llegó de forma espontánea, los niños siempre saben sorprendernos con sus gestos cariñosos y por eso la pequeña se ha convertido para todos en un símbolo de bondad y amor hacia los demás.
¡Muy muy bien!
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dominella trunfio
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