Está a punto de acabar atropellado, su madre lo salva
Por primera vez desde 2002, el año pasado no se ha cazado balena en Islandia.
laIslandia es uno de los tres países donde todavía se permite la caza comercial de ballenas, junto con Noruega y Japón, pero a pesar de que el gobierno islandés ha emitido permisos de caza como de costumbre, en 2019 no se mataron ballenas.
Le razones por lo que los barcos de pesca han renunciado a la caza de ballenas son diferentes. En primer lugar, la elección dependía de una modificación de la opciones de comida de los consumidores
De hecho, parece que el mercado ha registrado un disminución de la demanda de carne de ballena, sobre todo entre las nuevas generaciones: aunque la carne de ballena se considera un manjar, cerca de dos tercios de los islandeses han optado por no consumir este producto, porque están en contra de la caza o porque son vegetarianos.
Además, en Islandia se han aprobado nuevas leyes regular la pesca a lo largo de las costas mediante la ampliación de las zonas de veda a la pesca. Estas regulaciones, combinadas con las nuevas tendencias de los consumidores, han hecho que la caza de ballenas no sea atractiva.
Las dos principales empresas del sector, IP-Utgerd y Hvalur, consideraron por ello que las inversiones económicas eran demasiado altas en relación con las posibles ganancias y el pasado mes de junio decidieron abandonar la caza de ballenas.
Es un importante punto de inflexión que da esperanza para el futuro de las ballenas y una eventual elección del gobierno islandés a prohibir definitivamente la caza de ballenas con fines comerciales.
Ya en la década de 90, Islandia había decidido suspender la caza comercial, pero la práctica se retomó en 2002 debido a la gran demanda de carne de ballena también a nivel mundial, especialmente de Japón.
Desde entonces en Islandia, al igual que en Noruega, se sigue permitiendo la caza comercial de ballenas a pesar de la moratoria internacional de la Comisión Ballenera Internacional, en vigor desde 1986, por proteger a la especie de la amenaza de extinción, mientras que en Japón se puede matar ballenas con el pretexto de utilizarlas con fines científicos.
Sin embargo, desde hace poco más de cinco años, varios países europeos han comenzado a obstaculizar el comercio de carne de ballena, negando el acceso a los barcos pesqueros islandeses y, por lo tanto, interrumpiendo las rutas comerciales con Japón.
ahora ojalá también para el 2020 las empresas deciden no caces ballenas en islandia y que lo mismo puede pasar también en Noruega y Japón.
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