Cuando hablamos de hongos alucinógenos inmediatamente pensamos en sustancias naturales que "colocan" y por esta razón se usan para divertirse y ciertamente no con fines curativos. Después de una investigación inglesa, probablemente deberíamos cambiar de opinión: un principio activo presente en los hongos "mágicos" sería de hecho activo contra la depresión.
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Cuando se habla de hongos alucinógenos uno piensa inmediatamente en sustancias naturales que "colocan" y por eso se usan para divertirse y ciertamente no con fines curativos. Después de una investigación inglesa, probablemente deberíamos cambiar de opinión: un principio activo presente en los hongos "mágicos" sería de hecho activo contra el depresión.
El estudio fue realizado por un equipo de investigación del Imperial College London y publicado en Scientific Report. Los expertos utilizaron un compuesto psicoactivo que se encuentra en los hongos alucinógenos para tratar a un pequeño grupo de pacientes con depresión en los que los tratamientos más clásicos no habían funcionado.
En concreto, a los 20 pacientes deprimidos se les administraron dos dosis de psilocibina, que es el principio activo psicodélico de los hongos alucinógenos, la primera de 10 mg y al cabo de una semana la segunda de 25 mg. Así se encontró que en poco tiempo y hasta 5 semanas después del tratamiento, los pacientes reportaron menos síntomas depresivos.
Esto se debe a que la psilocibina es capaz de actuar en el cerebro realizando una especie de reinicio, restaurando así la actividad de los circuitos cerebrales clave fundamentales para la depresión. Esto fue posible evaluar sometiendo los cerebros de los pacientes, antes y después de la terapia, a una resonancia magnética que reveló cambios significativos en la actividad cerebral luego de la ingesta de las dos dosis de psilocibina.
El líder de investigación Robin Carhart-Harris dijo que el experimento:
“Mostró cambios claros en la actividad cerebral por primera vez en personas deprimidas tratadas con psilocibina. Algunos de nuestros pacientes describieron la sensación de haberse 'reiniciado' después del tratamiento y, a menudo, usaban esta analogía con el lenguaje informático porque lo que sentían era que sus cerebros habían sido 'desfragmentados' y 'reiniciados', listos para una nueva vida".
En esencia, lo que la psilocibina podría hacer es restaurar el cerebro a una condición anterior a la del inicio de la depresión. También se ha demostrado que esta sustancia es capaz de reducir el flujo sanguíneo en la región 'emocional' del cerebro.
Estos son obviamente los primeros resultados de una terapia experimental llevada a cabo, entre otras cosas, en muy pocas personas para poder hablar de certezas. Pero, aunque ciertamente vale la pena investigarlo, el efecto de los hongos alucinógenos sobre la depresión es prometedor. Y ni siquiera es la primera vez que se destaca su potencial.
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Desde hace varios años, el Dr. Carhart-Harris ha estado ultimando sus estudios y esforzándose al máximo por desvelar los mecanismos que desencadena la psilocibina dentro de nuestro cerebro, obviamente con el objetivo de comprender cuáles podrían ser sus beneficios y posibles usos en el campo médico.
