Historias de esclavitud y explotación, esto es lo que se escondería detrás de los famosos ositos de goma de la conocida marca Haribo, comercializados en todo el mundo. Trabajadores mal pagados se quedaron sin agua para dormir a la intemperie. La acusación contra la empresa se entregó después de que se emitiera un documental alemán.
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Historias de esclavitud y explotación, esto es lo que se escondería detrás de los famosos ositos de goma de la conocida marca Haribo, comercializados en todo el mundo. Trabajadores mal pagados se quedaron sin agua para dormir a la intemperie. La acusación contra la empresa se entregó después de que se emitiera un documental alemán.
Que levante la mano si no ha probado al menos una vez en su vida uno de los famosos ositos de colores y gelatinosos con sabor a frutas o todas sus variantes: animales de granja o incluso dinosaurios y hasta flamencos.
Caramelos que contienen azúcar, jarabe de glucosa, almidón, sabores de frutas, colorantes, ácido cítrico y gelatina, pero que están recubiertos por fuera con una fina capa de cera carnaúba.
Este ingrediente consigue que queden brillantes y que no se peguen entre sí en el envase: un componente que podríamos definir como accesorio y que se produce a partir de la hoja de palma.
Y es precisamente detrás de la recolección de estas hojas que se esconden increíbles historias de explotación de los trabajadores, tanto como para hablar de esclavitud.
Las revelaciones son fruto de una investigación realizada por la televisión pública alemana Ard en el programa de investigación 'Comprobación de marca' (Control de marca) que descubrió que la cadena de producción que lleva los ositos a los anaqueles no es tan lineal.
La carnauba se produce en Brasil, particularmente en estados muy pobres como Piauí, Ceará, Maranhao, Bahía y Rio Grande do Norte, donde los trabajadores, muchos de ellos menores de edad, cobran de diez a doce dólares por día por ocho horas de trabajo manual, obligados a viven a la intemperie o en camiones, sin agua potable ni saneamiento.
Pero no solo eso, su propia vida se ve socavada continuamente por las herramientas que utilizan para recolectar las hojas: hoces atadas a largos palos. Tras la difusión de las imágenes transmitidas en el documental, la empresa Haribo ahora está presuntamente bajo investigación explotación de personas y animales.
Haribo: carnauba y gelatina
Como sabemos, los caramelos Haribo son los más famosos del mundo, de hecho la empresa es líder mundial en el mercado del sector de la confitería, pero esto sería fruto de un trabajo al límite de la esclavitud realizado por trabajadores que viven cerca de las plantaciones de cera de carnauba. Este tipo de cera generalmente se encuentra en el aceite para automóviles, el betún para zapatos y el bálsamo labial.
Todo esto también fue atestiguado por un funcionario brasileño del Ministerio del Trabajo que había revelado que en los últimos tiempos había muchas denuncias sobre la industria de la cera de carnauba y que muchas personas habían sido encontradas trabajando en condiciones que podrían calificarse de desesclavitud, con los trabajadores son tratados peor que los animales'.
El problema entonces también concierne a otro ingrediente: gelatina hecha de grasa animal. La empresa de caramelos Haribo confiaría, en Alemania, en anuncios granjas en el que los animales se amontonan unos encima de otros. Las imágenes hablan por sí solas: cerdos cubiertos de heces y heridas y obligados a convivir junto a los cadáveres de quienes no lo lograron.
Todo ello, precisamente, para producir la gominola elaborada a partir de huesos de cerdo. Tanto la producción de cera como la de jalea están a cargo de productores que ganaron el contrato de Haribo: en palabras simples, son empresas de terceros que venden los productos a la casa de confitería.
la respuesta de haribo
Tras la difusión de la investigación por parte de la red alemana ARD, llegó la respuesta de Haribo.
“Nos gustaría señalar que estamos extremadamente preocupados por algunas de las imágenes mostradas. Las condiciones en las granjas y plantaciones de cerdos brasileñas que se muestran son insoportables. Nuestra actitud fundamental al respecto es: las normas sociales y éticas son indivisibles e innegociables”, dijo un vocero de Haribo.
Una respuesta que sugeriría que la empresa no era consciente de esta triste realidad, tanto que dice que ha enviado a los responsables de su comisión cualitativa a comprobar las condiciones en las plantaciones y fincas, que abastecen la cera de carnauba y la gelatina.
“Somos la empresa que quiere llevar alegría a niños y adultos, por eso no podemos aceptar que se ignoren nuestros estándares sociales y éticos”, continuó el vocero.
Sin embargo, hay quienes no creen en la buena fe de la empresa, pero en este punto la última palabra la tendrá el poder judicial que investiga para entender de quién son las responsabilidades.
Desafortunadamente, estas no son las únicas historias de explotación:
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dominella trunfio
