Un estudio mexicano está evaluando los efectos anticancerígenos de las acetogeninas presentes en la pulpa de Graviola. Si la investigación tiene éxito para incentivar el uso de esta fruta, se producirán yogures, helados, jugos, etc.
No guardes el aguacate así: es peligrosoLa Graviola (Anona Muricata) es una planta de la que en los últimos años se suele hablar sobre todo por su potencial virtudes anticancerígenas en el que se están centrando diversas investigaciones científicas. ¿Podría esta fruta realmente contribuir de alguna manera a la cura o prevención de esta enfermedad?
Los estudios ya realizados se han concentrado en analizar las propiedades de la Graviola y en particular de sus hojas, raíces, semillas y piel, pero siempre se ha dejado de lado la pulpa. Ahora la Dra. Efigenia Montalvo con su equipo de investigación del Instituto Tecnológico de Tepic, en el estado de Nayarit (México), se dedica a analizar la pulpa de esta fruta en su estado natural y después de ser congelado para ver si también contiene posibles compuestos anticancerígenos.
La idea es aumentar el consumo de Graviola en México donde, a pesar de ser una fruta local, no es muy apreciada. De esta forma, según los científicos, se llevaría a cabo una especie de campaña de prevención del cáncer. Aquí entonces, si esta investigación tiene éxito, partes de la pulpa blanca de Graviola podrían ser insertado en yogur, dulces, jugos y otros productos
La investigación está analizando actualmente la presencia de acetogeninas en un helado elaborado con yogur y fruta. Las primeras conclusiones son que la congelación y almacenamiento de la fruta no afecta la presencia de acetogeninas incluso después de un año. Nos enfocamos en particular en estas sustancias consideradas anticancerígenas porque el cáncer es una enfermedad que también va en aumento entre la población mexicana y algunas investigaciones científicas han demostrado que un compuesto a base de esta fruta es útil para “encapsular tumores"Aunque en realidad todo dependiera de la concentración de acetogeninas presentes.
La segunda fase de la investigación tiene como objetivo aislar las acetogeninas que se encuentran en el jugo y el néctar de frutas tratado con ultrasonido, identificar su estructura y así aprender más sobre los efectos químicos que tienen sobre las células cancerosas.
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