Según una nueva investigación, la calidad del café, su sabor, el tamaño del grano y el aroma dependen del trabajo de la naturaleza. Más precisamente, los investigadores encontraron que el café sabe mejor gracias a la acción de las abejas y los pájaros.
Un nuevo estudio ha encontrado que los granos de café son más grandes y abundantes cuando las aves y abejas se unen para proteger y polinizar las plantas.
Sin estas aves, de hecho, los productores de café verían una caída del 25% en los rendimientos.
Un elemento importante para un sector que produce unos 23 millones de euros, entre consumidores, agricultores y empresas que dependen del "trabajo" que hace la naturaleza.
Esta investigación es la primera en demostrar, usando experimentos del mundo real en 30 cultivos de café, que las contribuciones de la naturaleza, en este caso lapolinización de abejas y el control de plagas por parte de las aves son realmente críticos para la agricultura.
Los resultados sugieren que las evaluaciones anteriores pueden subestimar los beneficios de la biodiversidad ofrece agricultura y bienestar humano. (Lea también: Café salvaje, raro y olvidado, que puede salvar a la querida bebida de la crisis climática)
El estudio
Para el experimento, investigadores de América Latina y Estados Unidos manipularon plantas de café en 30 fincas, con una combinación de grandes redes y pequeños sacos de encaje.
Probaron cuatro escenarios clave: actividad de las aves (control de plagas), actividad de las abejas (polinización), ninguna actividad de las aves y las abejas y, finalmente, un entorno natural, donde las abejas y las aves eran libres para polinizar y comer insectos como el barrenador del café, uno de los parásitos más dañinos que afectan a la fabricación en todo el mundo.
(Lea también: Apocalipsis de las abejas: el 9% de los insectos polinizadores corren peligro de extinción, según el informe ISPRA)
El estudio muestra que los efectos positivos combinados de las aves y las abejas sobre el cuajado, es decir, la etapa inicial del desarrollo de la fruta después de la floración, sobre el peso y la uniformidad de la fruta, factores clave en términos de calidad y precio, fueron mayores que sus efectos individuales.
Por lo tanto, sin pájaros ni abejas, el rendimiento promedio disminuyó en casi un 25%.
Los investigadores señalaron que:
Una razón importante por la que medimos estas contribuciones es para ayudar a proteger y conservar las muchas especies de las que dependemos y que a veces damos por sentado. Las aves, las abejas y millones de otras especies sustentan nuestras vidas y medios de subsistencia, pero enfrentan amenazas como la destrucción del hábitat y el cambio climático.
El equipo también está estudiando cómo los paisajes agrícolas cambiantes afectan la capacidad de las aves y las abejas para beneficiar la producción de café.
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fuente: Pnas
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