La espirulina fue redescubierta como un superalimento, pero los aztecas ya conocían y apreciaban sus múltiples propiedades beneficiosas para la salud
La espirulina fue redescubierta como un superalimento, pero los aztecas ya conocían y apreciaban sus múltiples propiedades beneficiosas para la salud
Hoy conocemos a la espirulina como un superalimento eficaz, que es un ingrediente que, añadido a los alimentos o bebidas, pero también en forma de suplemento real, nos ofrece una serie de beneficios para la salud. Puede que no sepas, sin embargo, que los aztecas ya usaban esta alga verde-azulada, que consideraban un auténtico néctar de bienestar.
La espirulina ha sido un alimento básico durante siglos entre los pueblos indígenas de América Latina. Los primeros escritos españoles documentan que los aztecas recolectaban las algas verdes de los lagos y las secaban al sol para luego producir un especial y característico torta plana verde llamada “tecuitlatl”.
Estos "dulces" eran un alimento común en aquellos días y están descritos por el explorador español Bernal Díaz del Castillo en su libro "El descubrimiento y la conquista de México". Al visitar un mercado, Díaz observa:
“Los pescadores y otros vendían golosinas hechas de algo parecido al limo, que recolectan de esa gran laguna. Estos se espesan y se convierten en tortas que saben un poco a queso”.
@ Naturaleza humana, Peter T. Furst.
Sin embargo, la espirulina también se mezclaba con otros alimentos, se cocinaba con pan o simplemente se consumía con agua para dar fuerzas a quienes tenían que hacer largos viajes por mar o a los mensajeros aztecas.
En definitiva, lo que ahora es un producto popular en las tiendas dedicadas a la salud natural, era en su momento un alimento básico en la dieta de los aztecas, que también se comía junto con tortillas, maíz tostado o en combinación con chiles y tomates para hacer una especie de salsa.
El Códice Florentino (Libro 11) muestra la recolección de izcauitl (gusanos diminutos) y tecuitlatl (algas verdeazuladas) del lago de Texcoco. Después de la invasión, los nahuas dejaron de comer las algas que alguna vez habían sido una parte importante de su dieta. Ahora está de vuelta, como superalimento Spirulina https://t.co/zoz6sZruaL pic.twitter.com/VnUjH83KPU
— Mexicolore (@Mexicolore) 20 de mayo de 2018
Los aztecas, de hecho, habían intuido las múltiples propiedades de la espirulina y trataron de aprovecharlas al máximo. De hecho, esta alga dulce era para ellos una fuente importante y común de proteínas que mejoraban la resistencia a la fatiga y tenían un fuerte poder antiinflamatorio.
Los españoles, sin embargo, no apreciaron en absoluto este "queso azteca" que definieron, como hemos leído más arriba, "baba". Después del siglo XVI, los conquistadores drenaron muchos de los lagos alcalinos donde crecía naturalmente la espirulina.
Como resultado, junto con muchas otras antiguas costumbres nativas mexicanas, también se rompió la tradición de comer alimentos a base de espirulina. Así, los nativos dejaron de consumir las preciosas algas verdeazuladas que alguna vez habían sido una parte importante de su dieta.
El "redescubrimiento" de la espirulina tuvo lugar recién alrededor de los años 70, cuando la investigación científica reveló todas las extraordinarias propiedades de esta alga. En 2008, entre otras cosas, la espirulina fue rebautizada por la FAO como “el alimento del futuro”, recomendada precisamente por su alto nivel de nutrientes y sustancias útiles para nuestro organismo.
Un alimento del pasado que por tanto ha resurgido con mucha fuerza en el presente y que parece formar parte también de nuestro futuro.
Fuente: Diario de Noticias de México / Mexicolore
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