Hay muchos magos reales, capaces de transformar el aire en alimento, neutralizar venenos, frenar las montañas, frenar el viento. Pocos los conocen porque se expresan en un idioma milenario y trabajan gratis, con una discreción que hace que su constante cuidado del mundo pase desapercibido. Ellos son los árboles.
Está a punto de acabar atropellado, su madre lo salva
Hay muchos magos reales, capaces de transformar el aire en alimento, neutralizar venenos, frenar las montañas, frenar el viento. Pocos los conocen porque se expresan en un idioma milenario y trabajan gratis, con una discreción que hace que su constante cuidado del mundo pase desapercibido. ellos son los arboles. Hace 345 millones de años comenzaron a extenderse, estabilizando el suelo y el clima, dando hospitalidad a otras criaturas, estableciendo comunicación con ellas a través de uno de los lenguajes más efectivos e inmediatamente efectivos que existen: los olores y luego los colores.
