La exposición a la contaminación podría robarnos nuestros años de juventud y envejecernos más rápido, según un nuevo estudio
No guardes el aguacate así: es peligrosoLa exposición a la contaminación (en todas sus formas) y nuestro estilo de vida podrían robarnos nuestros años de juventud y envejecernos más rápido, según un nuevo estudio.
Todos los días somos bombardeados con radiación ultravioleta, humo de cigarrillos, productos químicos y muchos otros contaminantes que podrían causar más daño del estimado previamente: de hecho, los factores de contaminación ambiental pueden llevar a nuestro cuerpo a producir radicales libres, moléculas químicas altamente reactivas que dañan los tejidos o ADN. Esto es lo que surge de un nuevo estudio de Universidad de West Virginia, según la cual el daño que provocan estos radicales libres en el ADN puede provocar un envejecimiento prematuro.
Los radicales libres se desarrollan en el cuerpo humano de dos maneras: por fosforilación oxidativa (un proceso que ocurre después de la digestión, cuando los alimentos se 'oxidan' en nuestras células para producir energía) y por la introducción de contaminantes en nuestro cuerpo. Los productos químicos nocivos, como el humo del cigarrillo, pueden provocar la formación de radicales libres en el cuerpo a través de las interacciones que tienen con los tejidos y las moléculas presentes en nuestro cuerpo; También se ha observado que la exposición a tratamientos radiactivos (como los que se usan para tratar el cáncer) desempeña un papel importante en la liberación de radicales libres.
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Un cigarrillo provoca la formación de 10-16 radicales libres por bocanada de humo debido a la combustión de los materiales que lo componen - explica eric kelly, autor del estudio. - Nuestro cuerpo tiene a su disposición mecanismos de 'defensa' que eliminan los radicales libres, pero si estos mecanismos son desbordados por un exceso de estos (por exceso de comida, malos hábitos alimenticios, tabaquismo) dejan de funcionar y entonces nuestro ADN empieza a ser atacado
Además, a medida que envejecemos, estos mecanismos se vuelven cada vez menos efectivos y nuestro cuerpo termina consumiéndose a sí mismo. Así que es un poco como una serpiente que se muerde: cuanto más estamos expuestos a los contaminantes y acumulamos radicales libres en nuestro cuerpo, más envejecemos y nos volvemos más vulnerables al ataque de los radicales.
El foco no está tanto en la esperanza de vida, sino en la calidad de esta y en la preservación de nuestra salud: si se empieza desde la juventud a cuidar el cuerpo con una alimentación sana y un estilo de vida saludable, nuestro futuro vital será de mejor calidad- con importantes repercusiones también en la economía. De hecho, incluso si tenemos opciones médicas para contrarrestar la acción de los radicales libres, siempre es mejor prevenir su acumulación dentro de nuestro cuerpo a través de elecciones de bienestar sensatas.
Fuente: Naturaleza
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