Elysia chlorotica, el caracol de mar que se alimenta del sol 

    Elysia chlorotica, el caracol de mar que se alimenta del sol 

    Su alimento es la luz del sol. Y no es una planta. Un caracol de mar especial, quizás envidioso de esta habilidad típica de las plantas, ha decidido imitarlas, robándoles literalmente los plástidos a las algas, que intervienen en el proceso de fotosíntesis.


    Está a punto de acabar atropellado, su madre lo salva

    Su alimento es la luz del sol. Y no es una planta. Un caracol de mar especial, quizás envidioso de esta habilidad típica de las plantas, ha decidido imitarlas, robando literalmente a las algas los plástidos que intervienen en el proceso de fotosíntesis.




    Así lo reveló un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Rutgers en New Brunswick, según el cual este caracol puede apropiarse de la materia prima de las algas para mantener su estilo de vida "energizado por energía solar".

    Conocido como Elysia chlorotica, el caracol de mar se alimenta del sol y ha encontrado una excelente solución para hacerlo: sustrae millones de plástidos verdes con algas. Estos últimos son órganos diminutos que funcionan como verdaderos paneles solares. Los plástidos no se digieren sino que se almacenan en el revestimiento intestinal del caracol.

    Este molusco vive en el área entre Nueva Escocia, Canadá y la isla de Martha's Vineyard, pero también en Florida y puede crecer hasta 5 cm de longitud. Los caracoles jóvenes comen el alga Vaucheria Costiea y se vuelven fotosintéticos.

    La fotosíntesis generalmente ocurre cuando las algas y las plantas usan la luz solar para crear energía química (azúcares) a partir del dióxido de carbono y el agua. Los plástidos de algas marinas son orgánulos fotosintéticos (como los órganos de los animales y las personas) con clorofila, un pigmento verde que absorbe la luz.

    Esta alga en particular es una fuente de alimento ideal para los caracoles, ya que su cuerpo es similar a un tubo largo que contiene núcleos y plástidos. El lmar umac hace un agujero en la pared exterior de la celda, succiona el contenido de la celda y captura todo plástidos álcali.

    Para averiguarlo, el equipo de la Universidad de Rutgers utilizó la secuenciación de ARN. Los datos mostraron que el caracol es capaz de proteger los plástidos de la digestión y activa genes específicos. Según los investigadores, Elysia chlorotica tras robar plástidos, deja de alimentarse y sobrevive gracias a la fotosíntesis durante los próximos 6-8 meses.



    Este es un resultado increíble, similar a agregar paneles solares a su cuerpo.

    “Es una hazaña notable porque es muy raro que un animal se comporte como una planta y sobreviva solo gracias a la fotosíntesis”, el dijo Debashish Bhattacharya, autor principal del estudio y profesor en el Departamento de Bioquímica y Microbiología de Rutgers-New Brunswick. “La implicación más amplia está en el campo de la fotosíntesis artificial. Si podemos entender cómo el caracol almacena los plástidos robados y los aísla para fijar el carbono sin el núcleo de la planta, entonces tal vez podamos hacerlo también ideando sistemas verdes para crear bioproductos o energía. El paradigma existente es que para producir energía verde necesitamos que la planta o el alga maneje el orgánulo fotosintético, pero el caracol nos demuestra que no siempre es así”.

    La investigación fue publicada en Biología Molecular y Evolución.


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    francesca mancuso

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