Un nuevo estudio estadounidense revela que una dieta rica en grasas aumenta el riesgo de cáncer de colon e intestino
No guardes el aguacate así: es peligrosoUn nuevo estudio estadounidense revela que una dieta rica en grasas al interferir con la formación de células madre puede aumentar el riesgo de cáncer de colon e intestino.
Durante décadas, los nutricionistas nos han instado a limitar el consumo de alimentos ricos en grasas, a los que culpan de causar enfermedades como la diabetes, problemas cardíacos y cáncer. Y de hecho, el consumo frecuente de alimentos ricos en grasas saturadas (como la carne roja) se considera un factor de riesgo en la aparición de cáncer: cambiar los hábitos alimentarios puede reducir hasta en un 70% el riesgo de padecer esta enfermedad.
Ahora, un nuevo estudio de la Universidad Estatal de Arizona ha destacado con mayor detalle cómo una dieta alta en grasas puede desencadenar una cascada de eventos que finalmente conducen al cáncer de colon e intestino. Cuando la comida se descompone durante la masticación y comienza su camino en el sistema digestivo, entra en contacto con las células madre presentes en el intestino: se cree que estas células son la puerta de entrada para la formación de tumores intestinales, si se adaptan a la Presencia masiva de alimentos grasos. En el interior, de hecho, hay moléculas que perciben y reaccionan a los niveles excesivamente altos de grasas contenidas en los alimentos.
Estábamos siguiendo los mecanismos que adoptan las células madre para adaptarse a una dieta rica en intestino grueso y nos encontramos con los receptores activados por proliferadores peroxisomales (PPAR) - explica Miyeko Maná, autor del estudio. - Éstos engañan a la programación de la célula lo que aumenta el riesgo de cáncer, incluso si el mecanismo no estaba claro: de hecho, existen diferentes tipos de estos receptores en el cuerpo humano.
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A partir de estos datos, el equipo pudo rastrear el desarrollo del cáncer, desde la nutrición hasta la formación del tumor. Primero, las grasas se descomponen en ácidos grasos libres que estimulan sensores en el intestino (como los PPAR) y activan genes que pueden destruirlos. Luego, el exceso de ácidos grasos se transporta a las mitocondrias, que los queman para crear más energía y así nutrir las células madre, que se multiplican, crecen y regeneran el tejido intestinal. Pero cuando hay un exceso de células madre, existe una mayor posibilidad de mutación, lo que puede provocar cáncer de colon. En la práctica, esta cantidad excesiva de células permanece en el intestino, acumulando mutaciones que pueden dar vida a la masa tumoral.
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Fuente: Informes de celda
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