La historia de Tomás Cruz, un albañil zapoteco que lleva más de 40 años trabajando en uno de los proyectos arqueológicos más importantes de México.
Está a punto de acabar atropellado, su madre lo salvaLa historia de Tomás Cruz, un albañil zapoteco que lleva más de 40 años trabajando en uno de los proyectos arqueológicos más importantes de México.
En 1974, el albañil zapoteco Tomás Cruz, de apenas 18 años, decidió emigrar a la Ciudad de México sin imaginar que -casi medio siglo después- se convertiría en maestro de arqueólogos, antropólogos, biólogos y muchos otros jóvenes profesionales que llegan a trabajar en la Gran Pirámide para conocer los secretos de la antigua y misteriosa Tenochtitlan.
Su vida parece un cuento: las aventuras del indígena zapoteca, que apenas alcanza la mayoría de edad decide dejar por primera vez su tierra natal, Santa Ana Yareni, un pueblo mexicano ubicado en el estado de Oaxaca, y mudarse a la ciudad de México. No fue fácil empezar de cero, él y su mujer tuvieron que compartir una pequeña habitación con otros cuatro familiares durante años.
Por las tardes, cuando no estaba trabajando como albañil en la Gran Pirámide, construía su casa. Al principio lo que ganaba no alcanzaba para cubrir los gastos, así que, para complementar sus ingresos, cruzó la frontera ilegalmente y realizó algunos trabajos en Estados Unidos: recolectó duraznos y melones, trabajó como jardinero o albañil.
Fue un primo suyo, en 1978, quien le advirtió que en la Gran Pirámide (Templo Mayor) necesitaban gente para trabajar. En ese momento no sabía nada de Tenochtitlán, no tenía idea de quiénes habían sido los mexicas, no conocía sus dioses ni sus rituales, pero sobre todo no sabía lo que le depararía el futuro. Ahora es un experto en recuperación de reliquias y comparte sus conocimientos con arqueólogos y otros especialistas.
Tomás con sus 42 años de experiencia en el rubro, es el empleado más antiguo del “Templo Mayor” y uno de los guardianes de los secretos de Tenochtitlán más buscados en el mundo. Si algún día se encuentran los emperadores aztecas, gran parte del crédito será para nuestro nativo zapoteca y su arduo trabajo y dedicación.
Fonte: El País
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