Cómo y cuándo limpiar los radiadores: la guía

Cómo y cuándo limpiar los radiadores: la guía

Con estos sencillos trucos caseros podremos disfrutar de radiadores limpios y en buen funcionamiento durante todo el invierno

Está a punto de acabar atropellado, su madre lo salva

Con estos trucos podremos disfrutar de radiadores limpios y en buen funcionamiento durante todo el invierno





La mejor manera de que nuestros radiadores de hierro fundido funcionen mejor es mantenerlos siempre limpios y en buen estado. Desafortunadamente, sin embargo, los calentadores se componen de diferentes elementos y, a menudo, puede ser difícil limpiarlos a fondo y a fondo; sin embargo, la presencia de polvo y suciedad puede comprometer en gran medida su funcionalidad, además de representar un peligro para la salud de quienes viven en hogar. Aquí tienes una guía detallada para cuidar la limpieza de los radiadores de la mejor forma posible. En cualquier caso, te recordamos que siempre hay que limpiar los radiadores cuando estén apagados y fríos, pudiendo también apagar la caldera.

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Eliminación del polvo

En primer lugar, es importante limpiar la pared delante del radiador, donde más se acumula el polvo. Para esta operación podemos utilizar un cepillo específico de forma estrecha y alargada (similar a un cepillo para botellas) que nos permitirá llegar hasta los rincones más difíciles. Utilizamos este cepillo "seco" para eliminar el polvo, para evitar que, en combinación con el agua, cree una mezcla pastosa difícil de eliminar. Como alternativa al cepillo podemos utilizar un objeto de forma alargada (por ejemplo un cucharón o una pala de cocina) envuelto en un paño de microfibra.

Después de quitar el polvo, pasemos a la limpieza de los radiadores con agua y jabón. Empecemos protegiendo la pared alrededor del radiador con toallas o periódicos, para no dejar rastros de agua, luego utilizamos una esponja suave empapada en agua en la que habremos disuelto unas gotas de detergente. Continuamos hasta que todo el radiador esté limpio y el agua en la que está empapada la esponja no salga transparente, luego secamos cada elemento con un paño suave. También en este caso, utilizamos un cepillo fino o un limpiapipas para llegar a los huecos entre los elementos (alternativamente, podemos poner en práctica el truco de nudo para eliminar el polvo entre los elementos del radiador).



También podemos utilizar el aspirador, para aspirar los depósitos de polvo y suciedad depositados detrás del radiador o entre sus elementos: basta con montar una boquilla larga y plana en el tubo del aspirador, que introduciremos entre los distintos elementos. para aspirar la suciedad. Como alternativa al aspirador, también podemos utilizar un secador de pelo normal, que sin embargo funciona al revés: de hecho, en lugar de aspirar y quitar el polvo y la suciedad, lo hará moverse con su chorro de aire. Por eso, antes de apuntar el secador de pelo al interior de los elementos, es recomendable colocar un trapo húmedo debajo del radiador, sobre el que se asentará el polvo caído.

Por último, podemos utilizar un limpiador a chorro de vapor, que nos permitirá limpiar e higienizar el radiador, actuando también como función antimoho. Después de quitar el polvo "seco" con un paño o un limpiapipas, dirigimos el chorro de vapor sobre el radiador y entre los elementos; posteriormente, seque todo el radiador con un paño seco.

quitar manchas

Con el paso de los años, no es raro que los radiadores presenten manchas o se pongan amarillos, perdiendo su color blanco original, y esto se debe a muchos factores: sistemas antiguos, polvo, suciedad, humo de cigarro, exposición a la luz solar… todas estas son causas del amarillamiento de los radiadores. Para quitar las manchas, el bicarbonato el sodio puede resultar un aliado válido: podemos crear una "pasta" disolviendo unas cucharadas de bicarbonato en un poco de agua y masajeando con una esponja sobre los elementos sucios del radiador. Después de frotar enérgicamente, hasta que desaparezcan todas las manchas, retire el compuesto con un paño húmedo.

incluso el Jabón de Marsella puede ayudar a blanquear los radiadores, pero tiene una acción más delicada que la del bicarbonato de sodio. En este caso, crearemos una solución de agua caliente y escamas de jabón, que utilizaremos para limpiar los distintos elementos del radiador, antes de secarlo con un paño suave. Por último, podemos crear una solución de agua y ácido cítrico (que se puede comprar fácilmente en ferreterías o tiendas de bricolaje) y pulverizarla directamente sobre las manchas con la ayuda de un vaporizador, antes de pasar la esponja.



(Lea también: Cómo Quitar Manchas y Blanquear Radiadores Amarillentos)

Cómo deshacerse del óxido de los radiadores

Si nuestro radiador de hierro fundido tiene manchas de óxido, significa que hay una pérdida de agua que debemos contener antes de proceder a la limpieza: el metal, de hecho, se oxida en contacto con el agua. Después de detener la fuga (AQUÍ encontrarás algunos sobre cómo hacerlo de forma independiente, sin la ayuda de un experto) la acción para limpiarlo tendrá que ser más incisiva: podemos usar una lija de grano muy fino (la puedes comprar en ferreterías) o un cepillo de dientes con cerdas de metal para eliminar el óxido. Después de eliminar todos los restos de óxido, recomendamos utilizar un producto antioxidante antes de volver a pintar el radiador para darle un color uniforme.

¡No nos olvidemos de las válvulas!

Incluso las válvulas de metal combinadas con nuestro radiador deben limpiarse cuidadosamente para garantizar el correcto funcionamiento del sistema de calefacción. Sobre todo si notamos que los radiadores se calientan de forma desigual, abrimos un poco la válvula de purga que hay junto al radiador y dejamos escapar las burbujas de aire que impiden un paso uniforme del aire.

A continuación, podemos usar una solución de agua y jabón para platos para desengrasar las válvulas de metal y hacer que luzcan como nuevas nuevamente. No recomendamos utilizar una solución de agua y vinagre: el vinagre, de hecho, en combinación con el agua, libera sustancias altamente contaminantes para el medio ambiente.

cuando limpiar

Hemos visto diferentes métodos para limpiar el radiador en todas sus partes, pero ¿cuándo es el mejor momento para limpiarlo? Digamos que el invierno es la época menos adecuada para limpiar los radiadores, ya que coincide con la época de máximo uso de los mismos. Debemos aprovechar la primavera o el verano para hacer este servicio: en este período el sistema no está encendido y podemos dedicarnos con celo a limpiar los radiadores, para prepararlos para la temporada de frío y tenerlos listos para usar. invierno.

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