Según un estudio reciente, dormir bien alargaría la vida. Pero, ¿por qué sucede esto y cómo podemos mejorar nuestro sueño?
No guardes el aguacate así: es peligrosoSegún un estudio reciente, dormir bien y con regularidad alargaría la vida. Pero, ¿por qué sucede esto y cómo podemos mejorar la calidad de nuestro sueño?
¿Cómo vivir más y por qué algunas personas viven más que otras? Estas son preguntas que han afligido al hombre desde el principio de los tiempos. De hecho, el ser humano siempre ha estado buscando estrategias, pócimas, alimentos milagrosos y hábitos bizarros para alargar su estancia en la Tierra. Ahora, un nuevo estudio vincula un hábito particular y saludable con una vida más larga: tener un ciclo de sueño regular.
Los investigadores observaron los ciclos de sueño de las personas mayores y los compararon con los de adultos y niños. Luego realizaron una serie de análisis de sangre para observar los niveles y pruebas de colesterol en la sangre, como la polisomnografía, una prueba utilizada para diagnosticar trastornos del sueño. Finalmente, se pidió a los participantes de la prueba que hicieran juicios sobre la calidad de su sueño.
Se encontró que aquellos que han mantenido patrones rígidos de sueño y vigilia a lo largo del tiempo también tienen niveles más altos de colesterol bueno en la sangre y niveles bajos de triglicéridos, valores vinculados a un menor riesgo de infarto y enfermedades del corazón. Por eso, dormir regularmente -ir a dormir siempre a la misma hora, tener una alarma fija, conseguir un sueño de buena calidad- ayuda a eliminar el riesgo de infarto, una de las principales causas de muerte en el mundo: al actuar sobre el metabolismo. y sobre la absorción de lípidos, dormir realmente te ayuda a vivir más tiempo.
(Lea también: Etapas del sueño, cuáles son y cuántas horas de sueño profundo necesita su cuerpo para regenerarse)
Pero, ¿cuánto sueño hay que tener para vivir bien? Los expertos aconsejan a los adultos dormir entre seis y nueve horas por noche. Poniendo la alarma a la hora que queremos despertarnos basta con calcular las horas de descanso necesarias para poder establecer una correcta rutina vespertina e irnos a dormir a la hora adecuada. Además, es importante no adormecerse durante el día: aunque, tras una noche de insomnio, resulte tentador hacer una siesta para recuperar parte del sueño perdido, esta acción podría arruinar la regularidad de nuestro ciclo de sueño.
Además, para dormir bien, es buena idea establecer hábitos saludables antes de acostarnos que nos ayuden a relajarnos, liberar tensiones y dormir mejor. Por ejemplo, podríamos preparar un baño caliente, útil para que nuestro cuerpo alcance la temperatura ideal para el descanso. O podemos tomarnos unos minutos para organizar el día siguiente, tal vez escribiendo una lista de cosas por hacer para que el pensamiento de futuros compromisos no nos asalte mientras estamos en la cama. Finalmente, podríamos relajarnos haciendo ejercicios de estiramiento o yoga, que puede ayudar a liberar la tensión muscular acumulada durante el día (realizar actividad física intensa, por el contrario, activará nuestro organismo y evitará que nos quedemos dormidos).
También es importante alejar los teléfonos inteligentes y las computadoras de nuestra habitación: lo ideal sería apagar el teléfono media hora antes de dormirnos, para que nuestro cerebro tenga tiempo de 'desintoxicarse' de los numerosos estímulos que llegan de las apps y redes sociales.
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Fonte: Fronteras en la neurociencia del envejecimiento
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